La vida en el palacio [Cap. 32] parte2

Cansada
No era que me agradara del todo estar así con la persona que comenzaba a gustarme, pero era mucho más cómodo, que estar allí mirándole, tal vez besándole, y que nuestros amigos, nos vieran, sería muy incómodo, al menos para mí, cuando se hicieron las dos de la tarde (14h) ellos dijeron que cocinarían, yo, les ayudé, nos divertimos, como la mayoría de las veces que estábamos juntos todos. Hasta que solo faltaba esperar que se fritaran las donas que estábamos haciendo. Tiago me invitó a ver unas flores que habían en el enorme balcón de la casa, y nos dirigíamos hacia allá, eran realmente hermosas, mi celular sonó, era un mensaje.
"Espero te estés divirtiendo con tus amigos, yo estoy llegando a la casa. Feliz día".
"Gracias"-Contesté junto con muchas caritas felices. Después de eso me concentré en el pin del BlackBerry; Isabel escribía mucho, era divertido hablar con ella, hasta llegué a pensar que haría buena pareja con uno de mis amigos; claro, esos pensamientos los reservaba para mí. En se momento Thomas llamó a Tiago, que su celular estaba sonando. Él fue de inmediato hasta su celular, dejándome a mí sola, yo volteé y comencé a ver el paisaje, se veían, muchos edificios, algunos parques, nada del otro mundo; en ese momento volteé, y de inmediato caí, esta en el suelo, me dolía mucho el tobillo, en ese momento, solo pensé en aguantar el dolor.
-Ayuda-Dije en voz alta evitando un grito.
En ese momento, levanté el rostro, todos, estaban mirándome, Sebastián que era quien estaba más cerca, se levantó de inmediato, pero me pareció que en un momento se quedó paralizado, en ese momento, llegó a mi Thomas, que era el que estaba más próximo sin contar a Sebastián; Llegó y no pude ver que había pasado con Sebastián, comenzó a tocar mi tobillo, y preguntar donde dolía más, primeros auxilios. Me preguntó si podía caminar, me levantó, pero no podía caminar, así que de un momento a otro, me levantó, estaba yo en sus brazos, y en ese momento, me percaté de que Sebastián no se había movido de donde lo había dejado de ver. Me llevaron hasta el mueble grande, estaba acostada, y llamaron a un doctor por teléfono, mientras esperábamos, comenzaron a de nuevo, hacer chistes, hablar, ya Sebastián se había movido, sentado en un sofá, pero no pronunció ni una palabra. No le molesté, en cuanto llegó el médico, me revisó el tobillo, dijo que era solo una torcedura, y que solo necesitaba colocarme una venda para que no pase a mayores, y así fue, llamamos a mi mamá, ella se preocupó al principio, pero después se tranquilizó cuando terminé de contarle lo sucedido, cuando estuvieron listas las donas, comenzamos a adornarlas con Chocolate, crema, y de todo lo que queríamos, yo estaba sentada no me sentía tan bien como para levantarme del sillón. Cuando se hizo tarde, y era hora de irnos, yo aún no me sentía tan bien como para levantarme y Sebastián me cargó hasta llegar al auto. Cuando llegamos, él me cargó hasta la entrada de mi casa y se regresó no dijo nada en todo el camino, y ni siquiera se despidió. Entré a mi recámara, lo primero que hice fue encender mi laptop, antes de poder ver quienes estaban conectados, ya me había hablado Sergio, hablamos como siempre, lo natural, además le conté lo que había hecho, y lo de mi tobillo, él me demostró su preocupación, eso me hizo sentir algo confundida, porque, sentía algo por Sebastián, estaba clara en eso, solo que no sabía qué era. Pero, mis sentimientos por Sergio eran distintos, eran extraños, no podía explicar con palabras lo hermoso que es verle sonreír, verle hablar, con el simple hecho de poder Verle es magnífico para mí, a él, le tenía mucha confianza, le decía todo lo que pasaba en mi vida, bueno, no todo, porque a pesar de la confianza que le tenía no le había contado lo del beso, mucho menos lo del mensaje que me había aturdido tanto; generalmente con él hacía las tareas, me ayudaba, y en lo que yo podía le ayudaba a él. Le había contado lo de la propuesta para la revista, él me dijo que le había parecido una idea maravillosa, que contara con todo su apoyo.
"A propósito, has cambiado de idea a cerca de la revista; ¿Lo has pensado mejor?"-Preguntó
"Has que cambie de opinión"-Escribí antes de darle a "Enviar" lo leí varias veces, porque la verdad, tenía algo de miedo que me convenciera de ir. Pero al final lo envié.
"Razón número UNO"-Envió.
"1) Puedes comenzar otra carrera, además de la de la universidad"-Envió
"2) Vas a tener empleo rápido y seguro"-Envió
"3) Es algo nuevo para ti, tal vez te guste"-Envió
"4) Quiero que vallas"-Envió
Me quedé pensando mucho en todas las razones que me estaba dando. Pero yo me decidí a enviar:
"Ok, lo pensaré"
Él comenzó a bromear, ambos reímos. Fue divertido, luego, como a las ocho de la noche (20h) me dio sueño, y me despedí de él, luego de eso, me acosté a dormir. Y ese fue el final del día.

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