La vida en el palacio [Cap. 36]

Nueva vida de nuevo
Ya han pasado tres semanas desde que estoy en Florida, ya me he adaptado a posar para las cámaras, soy la cara principal de una marca de bicicletas muy famosa en Estados Unidos y toda Europa, no es un trabajo al que me tenga que esforzar demasiado, solo tengo que hacer ejercicios en las mañanas y en la tarde, pero es algo muy común que hago con el resto de las chicas, tengo muchos amigos, modelos, fotógrafos, y hasta algunos famosos. He hablado con Sergio, casi todos los días, siempre me apoya con todo lo que hago, y me aconseja sobre algunas cosas, sigo estudiando, comencé a estudiar la semana pasada. Me he dado cuenta de que tengo tiempo sin hablar en inglés, pero poco a poco me he acostumbrado. Me llevo bien con muchas personas de aquí, generalmente salimos a comer todos juntos. También he hablado con mis amigos, con Isa, con mis padres -que es muy difícil comunicarme con ellos-, mis primos, pero Sebastián no se a conectado. Eso me tiene preocupada, por lo que generalmente me hace preguntarle a mis amigos -Tiago, Thomas, y a Santiago- si saben algo de él, pero, al parecer no se ha comunicado con ellos. Le he llamado, pasado mensaje, pero no responde.
El día de hoy, ya he ido al colegio, estoy viendo un objetivo que en mi colegio anterior ya había visto. Estoy en el set, un grupo de amigos, somos cinco, tres chicos, y dos chicas -contándome- Estamos comiendo, las chicas comen solo vegetales, cosa que no entiendo cuando pudieron estar comiendo algo como lo que comemos los chicos y yo (idea), nos habían mandado a hacer dieta, pero, cuando tengo hambre una ensalada no me llena, sin embargo, tengo que cuidar bien mi dieta, cuando nos llamaron para salir, yo me llevé a una amiga, nos tomamos muchas fotografías, entre ella y yo, al camino, ella se llamaba Giovanna, era italiana, pero nos comunicábamos en inglés, porque era nuestro idioma en común. Ella era mi vecina de la derecha. Cuando hicimos una parada para comprar algunas cosas, sentí que alguien me vigilaba, y en efecto, era fotógrafos, pero, no hice caso y continué con mi camino, compré una bebida, y mientras nos reuníamos, me avisaron que la próxima semana haría un comercial para TV, debía pensarlo, pero realmente esto me emocionaba mucho. Cuando retomamos nuestro camino, y llegamos a la playa, comenzamos a posar, con las bicicletas en la playa, el tema era de amigos que se divertían. Y realmente era así, porque todos disfrutábamos mucho de nuestro trabajo. En mis momentos libres, lo que hacía era entrar en una red social muy conocida desde el celular, así poder comunicarme con mis amigos, mi sorpresa fue verle conectado. Estaba Sebastián, pero en ese momento, me llamaron porque era mi turno para las fotografías, dejé abierta la pestaña para ver si me escribía. No fue mucho el tiempo que estuvieron tomándome fotografías, solo un par de poses. Y cuando de me dieron el turno de descanso, de inmediato miré mi celular, y no me había escrito, así que me decidí yo. Le escribí pero no me respondió, me volvieron a llamar, para posar en grupo y ese sería esta la última vez. Cuando terminamos, de nuevo, pasé a mirar mi celular desesperada, y luego una combinación de sorpresa y alegría cuando, me percaté de que había contestado, pero, esa alegría desapareció de inmediato cuando leí. "No fastidies". Pensé que era otra de sus rabietas comunes, así que respondí "Infantil", después de eso, no contestó. Sin embargo, ya mi preocupación había desaparecido, aunque no por completo, pero al menos, ya dejé a un lado el pensamiento de que él estaba enfermo o algo le había pasado. Cuando llegué a la residencia, abrí el portón con el control, y dejé a mi amiga en su casa, luego, abrí el portón de mi cochera, con otro control, guardé el convertible, y entré por la puerta principal. He hice algo que comúnmente hacía, entraba al cuarto de estudio, y comenzaba a hacer mi tarea, mi tiempo si era corto, generalmente, lo que hacía era hacer la tarea, y mientras la hacía, hablar con mis amigos por Internet. Pero mi sorpresa fue no ver a Sergio conectado, que era con quien siempre hablaba, Ya que en su país, era temprano. Cuando terminé de hacer mi tarea, comencé a descargar las fotografías a la computadora, y realmente habían unas muy bonitas, por eso, subí algunas a la red social. Había decidido aprender a cocinar, así que me he comprado un montón de libros para cocinar, me llevo bien con la cocina, pues en la mañana como huevo, pan y jugo, de almuerzo iba al restaurante y de cena, que generalmente era a las ocho o nueve porque a esa hora llegaba de mi "trabajo", comía pan integral. Cuando me levanté de mi escritorio para ir a la cocina y comer, sonó en timbre, me pregunté quien vendría a esta hora. No tomé precauciones, porque ahora habían dos vigilantes, el de la residencia, y un guardaespaldas, que daba permiso a visitarme, a las demás chicas, o al menos a la mayoría le avisaban al teléfono de la casa para dejar pasar a la persona, pero, él era quien atendía el acceso de las visitas. Así que abrí la puerta.

-¿Sergio?-Dije realmente asombrada.
-¿Me extrañabas?-Preguntó con su común sonrisa.
-¿Qué haces aquí?-Dije todavía con el asombro en mi garganta, en ese momento me percaté de que los guardaespaldas ya estaban a un lado de mí.
-¿Puedo pasar?-Preguntó; todavía sonriendo.
-Claro-Dije por fin.
Ya dentro, nos sentamos en la sala, y comenzamos a hablar así como hace tantísimo no hablábamos. Era más divertido que lo normal hablar con él en persona que por mensajes. Me dijo que antes de que a mi me ofrecieran ser modelo él ya tenía en sus planes estudiar en Florida, por eso me insistía tanto en que aceptara. Me dijo que estaría viviendo cerca; en un edificio a tres cuadras de mi trabajo. Todo me quedaba cerca. Era realmente sencillo acostumbrarme a vivir allí, y más sabiendo que él estaría cerca de mí. Cuando él se fue yo me acosté a dormir, sin cenar, pues se me olvidó, una vez en mi recámara, comenzaron a llegar mensajes al celular que había comprado con Sergio, el que había dejado de utilizar por los mensajes de las fans de Sebastián. Yo sabía que aún lo llevaba conmigo, este nunca dejaba de sonar, constantemente llegaban fotografías, mensajes, llamadas, generalmente me insultaban, o trataban de ser mis amigos, pero no respondía ninguno, durante estas últimas tres semanas, no habían llegado tantos mensajes como antes, tal vez debía ser porque se les haría más caro pagar a un número que se encontraba en el extranjero. Eso me recordó que debía comprar un celular nuevo para este nuevo lugar. Sin embargo, el celular hoy, sonó una sola vez, era un mensaje, así que lo leí.

"Nadie está contigo por amor, solo porque eres la hija del presidente, hay personas mucho más bonitas que tu, que estaban detrás de Sebastián, y él no les hacía caso, pero claro, llegaste tu, a darle quien sabe que... Y claro, obviamente tienes dinero. Ahora que te cansaste de él tu te vas, eres una idiota, pero hay personas que realmente si se lo merecen."

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