La vida en el palacio [Cap. 13]

Parecido
Hace dos semanas y un día, justamente, estaba llegando a esta casa, un día después, llegaron visitas, el tercer día en esta casa, me la pasé muy bien, conocí el establo de a quién ahora debo llamarle "mamá", con una persona, a la que hoy extraño mucho. Al cuarto día, esa persona se fue, pero me dejó hermosos recuerdos, y una foto; el quinto día me dieron una agenda que debo cumplir, y a partir de ese día, todo lo que hago es estar en la casa, ahora tomo clases de equitación, apenas estoy empezando, esta última semana he estado saliendo de compras por las mañanas, para distraerme, compro las cosas para el colegio, es divertido. En las tardes, son las clases de equitación, tengo tiempo libre, hace cuatro días me entregaron el horario de clases, que comienzan mañana, martes, hoy, tengo que ir a ver el colegio, adaptarme a él, es solo para los de nuevo ingreso, para cosas sencillas como saber donde está el baño, aulas, escaleras, dirección y todas esas cosas. No quiero ir, pero sin embargo, debo ir. Por esa razón hoy me han despertado a las seis de la mañana, ya me he bañado, también me he cepillado los dientes, ahora, me estoy secando el cabello, no me he colocado nada en él, pues esta vez me gustaría tener el cabello suelto, así me agradaba, luego, me coloqué un brazalete que me había dado mi mamá adoptiva (idea) Luego, me coloqué un collar que desde que lo vi me gustó (idea), Y ya estaba lista, tenía mi uniforme, falda blanca con cuadritos rojos, camisa blanca, zapatos colegiales, con medias solo un poco más abajo de mi rodilla, y blancas. Solo faltaba mi mochila, me había comprado muchas, pero hoy, llevé una blanca (Idea).
Mis "padres" estaban en la cocina cuando iba a buscar a mi nana para irme, así que les saludé, me desearon suerte, se comportaron de forma muy amable.
Llegué al colegio, era grande, debía entrar con el carnet, el cual tenía en el bolso; luego fui directamente hasta la dirección, donde me dieron las instrucciones para llegar hasta el aula de 5to "A", aula Nº16, aquel colegio era muy grande, habían lugares donde tenía césped, y rosas, era hermoso, las puertas de las aulas eran con un borde de madera, pero en el centro, tenían vidrio, el piso era de granito; caminé demasiado, hasta que llegué al aula 16, toqué la puerta, una señora de por lo menos cuarenta años, la abrió, sonriente, me dejó pasar, me indicó donde debería sentarme, era en la primera fila, el segundo puesto, habíamos tan solo cuatro personas, dos chicas y dos chicos; todos nos saludamos, y nos hicimos amigos, eran todos muy divertidos, Carlos, de cabello rubio, tenía los ojos azules, era muy amigable; Marta, era quien se sentaba a mi lado, era de piel morena, el pelo lacio largo, hasta el final de la espalda, de mi tamaño, era muy cariñosa; Y por último a Kevin, tenía el cabello hasta el final de las orejas y color castaño oscuro, tenía la piel blanca, ojos verdes. Hablamos, compartimos, y recorrimos todo el lugar, en la hora de receso quise ir al baño, así que hacia allí me dirigía. Era un baño grande, con varios lavabos, muy elegante, pero no fue eso lo que me llamó la atención, era alguien llorando, era una chica, sentada a un lado de los lavabos, tenía la cara en las rodillas (idea) usaba el uniforme, tenía flequillo, cabello largo hasta los codos, color castaño claro y en las puntas se lo había teñido de rojo.
-Hola-dije, Ella levantó el rostro, era una chica muy linda, pero estaba llorando, tenía muchas lágrimas en las mejillas.-No te preocupes, todo pasará-le dije, e intenté sonreír.
-Hola-Dijo tranquila-¿Sabes?-preguntó con una sonrisa irónica y llena de dolor-Soy adoptada, hija del primer ministro de este país, ¡VAYA QUE ALEGRÍA!-Dijo irritada-Mis padres murieron en el terremoto en el estado cercano, ya me lo han confirmado, no tengo familia, solo a mi abuela y a ella no le concedieron la custodia, además de que vive en otro país muy lejano -Fue subiendo la voz-pero si a unos desconocidos; me tratan bien, MIRA-y me mostró su celular (idea)- es un BlackBerry, ¿No?, pero extraño a mis padres-Dijo esto último con un grito ahogado.-Me quedé en silencio, esta historia, era demasiado parecida a la mía. y lo único que se me ocurrió decir fue.
-¿En que año estás?-Ella me miró, con sus ojos aún llorosos
-5to "A"-Dijo
-Me llamo Tiffani ¿y tú?
-Isabel
-Seremos buenas amigas-Y sonreí-Lo se, porque, yo también soy sobreviviente de aquél terremoto, mis padres-mi voz se debilitó -no lo son, tengo una tía, en Italia, es hasta ahora toda mi familia biológica, ella no puede adoptarme, pues no es casada, además, no habla español, ni yo italiano, así que el presidente de la república y la primera dama me adoptaron-Sus ojos se abrieron como platos-ellos, me tratan bien, son muy cariñosos conmigo, Mira -Dije mostrándole mi celular- Es un Blackberry ¿No?-dije imitándola-Extraño a mis padres, es verdad-dije tranquila-pero puedes vivir, nadie te va a quitar sus recuerdos, siempre podrás vivir con sus recuerdos-una lágrima salió de mi ojo-se fuerte, te ayudará.
-Trato de ser fuerte-dijo, esto me molestó
-¡Mentira!-le dije gritando, pero la abracé-No digas que tratas de ser fuerte cuando estás llorando inconsolablemente.-La hice levantarse de donde estaba-¡Vamos!
Pasamos el día con Carlos, Marta y Kevin, eran divertidos, me encantaba poder volver a reír. Y me alegraba de que Isabel también.
Llegó la hora de ir a casa, todos nos despedimos, intercambiamos números de teléfono y correo.
Llegué a mi casa, mandé a imprimir mi horario, en grande, para colocarlo en "mi salita" -Que la había terminado con mi "mamá"- lo coloqué en la cartelera de corcho, así me lo aprendería rápidamente. Después me cambié para ir a mis clases de Equitación. Cada vez era más divertido, me recordaba mucho a Sergio, mis sentimientos por él, cada vez me confundían más, era muy tierno, amable, divertido. En la noche, cené en la cocina. En ese momento sonó mi celular, era un mensaje del extranjero, me habían enviado una fotografía, la abrí, era Sergio, con el uniforme; y tenía un mensaje: "Espero verte pronto, mañana comienzo clases, ¿Te conectas por correo? así hablamos" dejé mi comida a medias, y subí rápidamente a hablar con mi amigo. Nuestra conversación fue larga, terminé durmiendo a las once de la noche (23h)

La vida en el palacio [Cap. 12]

Siempre te recordaré.
Estacioné el carrito de golf junto a otros tres que habían allí. Mi nana nos mostró todos los caballos, habían diez, o tal vez más, después, Sergio me pidió que me montara en uno, y eso hice, él había prometido llevar mi caballo, como los niños (Ejemplo) era divertido, él era muy cómico, Luego, de dar una vuelta, él se cansó, y me hice la valiente le dije que yo podía sola, claro, despacio, él se iría por otro caballo, tal vez para él sería aburrido ir a una velocidad tan lenta, pero a mi me divirtió un montón, era muy divertido. Estábamos solos, pues mi nana se había ido a llevar a Marielita a su cama, ya que se había dormido. Sergio y yo, nos divertíamos mucho, cuando le dije que ya no quería montar a caballo, ambos los guardamos. Caminamos hasta el carrito de golf, Esta vez se hacía oscuro, pero las luces que alumbraban el establo era más que suficiente, esta vez, llegamos rápido a la entrada. Luego, caminamos por el pasillo, era justo la hora de la cena. Así que tendríamos que ir al comedor.
Como ayer, faltaban ambos presidentes, y el mayordomo me envió a sentar donde mismo. Mi madre tan amable como ayer.
-¿Te has divertido?-Me preguntó
-Si, mucho-Dije sonriendo-Tu establo es realmente lindo.
-También logro relajarme como tú.-Me dijo, y yo sonreí. Luego, cambió de tema rápidamente-¿Puedo ver tu celular?
-Claro -Y lo saqué del bolsillo, después, se lo entregué
-Es muy bonito-Dijo sonriendo-Me repicaré para tener tu número
-Ok, vale.-Dije sonriendo-¿Guardas el tuyo en el mio?
-Si, claro, cariño.-Y mientras guardaba el número preguntó-¿Te has divertido hoy?
-Como no tienes idea, extrañaba tener amigos
-Cuando comiences el colegio vas a tener más
-Uhm, si, no lo había pensado.-Dije pensando en mis amigos de mi otro colegio
-Creo que las clases comienzan dentro de dos semanas. Ya estás inscrita.
-Gracias.-Dije sonriente.
En ese momento llegaron los presidentes, y comimos como ayer, animados, todos hablaban, me llevaba muy bien con todos los que estaban en aquél lugar comiendo.
La cena terminó, pero esta vez, me quedé con Marielita viendo la TV en el pequeño salón que había en el piso dos. Era divertido, estar con esa nena tan simpática. Luego, Sergio llegó y se sentó en el sillón que estaba a un lado, no dijo nada, hasta que terminó la película infantil.
-¿Qué tipo de música te gusta?-Preguntó
-Uhm-Lo pensé un poco-No tengo preferencias, pero no me gusta la música como la salsa, merengue, y... ballenato.
-Oh, buena elección-Sonrió
-Dormiré -Dije levantándome del sillón.-Hasta mañana-Y les sonreí
-¡Espera!-Realmente me tomó por sorpresa
-¿Que pasó?-Dije volteando hacia él
-¿Quieres tomarte una foto conmigo?-Preguntó, me sorprendí
-Con una condición -Y sonreí
-¿Cuál?-Preguntó perplejo
-Nos tomaremos una en mi celular también-Él sonrió.
-Vale-Y nos juntamos para tomarnos una foto, era divertido estar. Yo tenía mi cabeza sobre su hombro, y ambos con una sonrisa, -amaba cuando sonreía- La foto en su celular (idea) estaba genia, luego nos juntamos para tomarnos otra desde el mío, esta salió aún mejor, la postura era distinta, yo tenía mi cabeza sobre su hombro pero ahora él tenía su cabeza sobre la mía, yo miré hacia arriba, y el hizo una cara de sorprendido. Salió magnifica esa fotografía, no la cambiaría por nada en el mundo. Ahora si, me despedí, y subí a mi habitación, me conecté al correo, y les envié mi número de teléfono a todos mis amigos.
Luego, cuando pensé que ya era tarde así que me fui a dormir, espero jamás olvidar este día, ahora mis sentimientos estaban repentinamente confundidos.

La vida en el palacio [Cap. 11]

Mucho
He despertado, pero aún tengo mucho sueño, miré el reloj que estaba a un lado de mi cama, y marcaba las nueve y veinte de la mañana. Me levanté de la cama, y me fui directo al baño, me duché, esta vez si probé la ducha. Saqué un secador (idea) de la gaveta de una pequeña mesa de madera entre los dos lavabos. Me sequé apenas el cabello, para no tenerlo mojado, ahora tenía el cabello más corto, así que se me hizo más rápido. Salí con mi bata de baño hacia mi closet, busqué la ropa, esta vez, en la sección "salir", este si me gustó mucho, era un vestido corto, pero en lugar de ser tipo falda abajo (pollera para las argentinas) era pantalón, era negro (idea) me gustaba, y busqué las sandalias, unas bajas (idea). Luego, entré a "mi salita" para buscar el Ipod, lo guardé en uno de los bolsillos que tenía. Y luego bajé, entré directamente en la cocina, me percaté de que eran las diez y treinta, era tarde, a la primera muchacha de servicio le pregunté si había algún tipo de cereal para desayunar, aún no comprendo porqué se sorprendió, al final, terminó diciendo que no había, así que pedí para desayunar lo que el chef quisiera. Y salí mientras él terminaba, me acordé que el presidente me había dicho que fuese a su despacho, me daría algo. Y allí estaba yo, tocando la puerta, segundos después me abrió su asistente personal. Ella me dejó pasar hasta su escritorio.
-Buenos días-Saludé a ambos presidentes
-Buen día-Dijo padre de Sergio
-Hola hija-Saludó mi "papá" muy amistoso.
-Hola-Dije sonriendo
-Esto es para ti-Y me entregó una billetera (idea) La recibí-Espero lo disfrutes, hoy tendrás todo el día libre para hacer lo que tu quieras.
-Gra.. Gracias-Dije perpleja
-Debes abrirlo cuando salgas de aquí, he mandado a preparar el auto. Puedes ir con Sergio y Mariela
-Gracias-Repetí
Salí del despacho, y abrí la billetera apenas estaba en la cocina. Había una tarjeta de crédito, platino, tenía mi nombre, en ella. -¡Vaya!- en ella había un pequeño papel que decía:
"Compra un celular, y todo lo que necesites, querida. Tu papá" Era increíble.
Al llegar a la cocina, estaban desayunando todos los invitados y mi "mamá", a su derecha estaba mi plato, así que me senté. Comenzamos a hablar de nuevo muy animados, mi "mamá" propuso que Sergio me acompañara a comprar mi celular, ella junto a la mamá de Marielita irían de compras, pero nosotros SerGio, Marielita y yo, iríamos a comprar mi celular.
Todos terminamos de comer. Ellas se fueron primero, y luego nosotros. Al llegar al centro comercial, vimos algunas tiendas, hasta que llegamos a la de celulares. Habían muchos, pero al final compré un Blackeberry (idea), caminamos por todo el centro comercial, comimos helado y hablamos mucho, me contó que "mi papá" era su padrino de Comunión, también que ya había pasado a 6to año. Yo apenas entraría a 5to cuando comenzaran las clases, pues estábamos de vacaciones, me contó que era campeón nacional en Equitación, y yo solo sabía montarlos, me daba miedo correr en ellos. Era divertido estar en su compañía, cuando se hizo hora del almuerzo, nos detuvimos a comprar en SubWay (idea) Después fuimos de nuevo a la casa, quedamos en cambiarnos de ropa para ir a ver los establos de mi "mamá".
Subí a mi habitación, y me cambié de ropa, algo rápido, unos jeans negros (idea), zapatos de goma blancos pero con detalles negros (idea), y una camiseta normal (idea).
Bajé, y él ya estaba en el salón principal, con Marielita. Nos fuimos junto a mi nana a establo, pedí manejar el carrito de golf, y estaba yo al v0lante, esta vez, mi nana y Marielita estaban, así que no podía jugar a hacer Zigzag, era algo lejos, pasamos por toda la parte de la casa, luego por la piscina, después por el camino que parecía laberinto, pero como íbamos en el carrito de golf los pasamos por la parte que había césped, mi nana me indicó que condujera hacia la derecha, y fácilmente se veía un gran establo.

La vida en el palacio [Cap.10]

Cena divertida
Entramos a el cálido salón principal, y segundos después entraron nuestras madres, yo me despedí para cambiarme, regresaría para la cena, tomamos el ascensor Sergio con Marielita en los brazos, y yo; me había ofrecido para decirle donde se quedarían. Así que primero fuimos al segundo piso, abrí tres puertas antes de llegar a la habitación correcta, y cada vez que me equivocaba, ambos reían, era divertido estar con ellos. Luego, subí hasta mi habitación, mis pies me dolían por las sandalias, y me quité rápidamente el vestido para bañarme, quería usar la ducha, pero luego me decidí por el jacuzzi, pues mis piernas me dolían y no quería estar parada, ni siquiera para ducharme, esta vez sí tardé un poco en salir. Cuando terminé, me fui directo al closet, no busqué mucho, solo una camiseta normal color rosado (Idea) con unos pantalones aéropostale blancos (Idea) luego, me esforcé buscando zapatos, habían demasiados, así que elegí con el clásico método de: "Ta,te,ti, suerte para TI" y cayeron unas sandalias bajas NIKE, se veían cómodas (idea) así que eso fue lo que elegí. Vi la hora, y como sabía que aún me quedaba media hora para ir a comer, llamé al UNO, y pedí que me avisaran cuando estaba lista la cena. Tomé el teléfono y me lo llevé, hasta "Mi salita" estaba en la computadora, y decidí entrar al correo, y mi sorpresa fue grande al ver que varios de mis amigos estaban conectados, con todos hablé, y la mayoría estaban bien, algunos sufrieron grandes pérdidas, pero otros están bien junto a su familia, casi todos me pidieron el número de celular, pero como no tenía, me tuve que conformar con tener contacto con ellos solo por correo. Luego, el teléfono sonó, me avisaron que debía bajar a cenar. El comedor verdadero, quedaba en la segunda planta, tenía una mesa de cristal, realmente grande, casi todos estaban sentados, solo faltaba que ambos presidentes llegaran, le habían puesto una silla especial para Marielita, estaba a un lado de Sergio y del otro tenía a su mamá. Yo estaba en la puerta, y el mayordomo me indicó donde me debía sentar, -junto a mi "mamá"-. Ella, estaba haciendo algo en el celular (idea) pero en cuanto me vio sentar, lo dejó.
-Hola-Dije sonriendo-¿Como ha estado su día?
-Bien-Dijo con una sonrisa dulce-Hoy estás muy feliz
-Así soy normalmente, ayer estaba algo confundida-Sonreí de nuevo-¿Porqué no fue a mi habitación ayer?
-Si fui, solo que ya estabas dormida, no quise despertarte-Sonrió con aquella hermosa sonrisa dulce suya.
-¡Oh!, Lo lamento-De verdad me hubiese gustado que fuera a ver "Mi salita"
-No te preocupes, te debo una disculpa, por ir tan tarde.
-Solo con una condición-Pareció sorprenderse, pues su sonrisa desvaneció-Luego irá para terminar los pequeños detalles con usted.-Volvió a sonreír.
-Con una condición-Esta vez yo me asusté, pues ya estaba tratándola como una mamá.-Deja de tutearme-Ahora me alivié mucho, y sonreí
-Muy bien, ya dejaré de tutearte-Pensé un poco-así suena raro-y me reí
-Bueno, pero la cita, se suspenderá hasta...-Tomó su celular, y comenzó a revisar algo-el día en que nuestros visitantes se vallan, pues estaré ocupada hasta ese momento.
-Bueno, le esperaré-Sonrió, y me retracté-Bueno, te esperaré.
-Mucho mejor.-Y su sonrisa amable apareció de nuevo.
En ese momento llegaron los presidentes, y cinco minutos después llegó la comida. Yo estaba feliz. Había una charla fluida, entre risas, y más, eso me agradaba.
-Me contaron que hoy manejaste-dijo con una sonrisa en la boca mi "padre"
-Uhm, si, pensé que era más difícil, pero solo tiene un freno y un acelerador. Así que...-Dije naturalmente. Me dí cuenta de que Sergio se reía, quité mi sonrisa, aunque tenía felicidad en mi rostro, le miré-No te rías-pero luego sonreí, todos le miraron, era una mala idea
-Casi me mata, maneja muy...-Dijo a su defensa, y muy sonriente-A su estilo
Todos se rieron. Era divertido, al final, todos terminaron de comer, y nos fuimos cada uno a nuestras respectivas habitaciones, antes de eso, mi "padre" me llamó, me asusté, pero fui a donde se encontraban, no tenía porqué temer, me decía a mí misma.
-Aún no tienes un celular, ¿Verdad?-Preguntó
-No-Dije apenada
-Tal vez debí comprarte un celular, pero pensé que te gustaría elegirlo, tu misma-Su decisión fue la correcta, pues, siempre me ha gustado elegir mis celulares.
-Gracias.
-Mañana en cuanto te despiertes, vas a mi despacho, estaré todo el día en él.
-Bien, gracias-Dije - ¿Puedo pedirle un favor?- Pregunté apenada
-Claro-dijo asombrado
-¿Puede mandar a que no me despierten tan temprano mañana?-Lo dije corrido, y con prisa, su respuesta me sorprendió, se rió a carcajadas
-Por supuesto, a partir de mañana tendrás una agenda que deberás cumplir.-Dijo sonriendo-No te preocupes, es fácil para ti, tendrás tiempo libre.
-¡Oh!, gracias, buenas noches
-Buenas noches- y volteó.
-Hasta mañana.
Y luego subí por el ascensor, y me acosté en el sillón un momento, pues no había tenido oportunidad de sentarme allí, era realmente cómodo (idea)
Sentí que me daba mucho sueño, así que fui a mi cuarto, eran las nueve y quince de la noche (21h) me acosté en mi cama, encendí el televisor, y al minuto siguiente ya estaba dormida.

La vida en el palacio [Cap.9]

Gracias por seguir el blog, y la historia! :D
Gracias Marii(♥) Carla y Danii↑↑↑

Asombroso
Fuimos en una limusina hasta la casa, que cada vez me parecía más grande. Todos entramos, ambos presidentes entraron en el despacho de mi padre, pues por eso había venido a visitarnos, trabajo, política. Ambas primeras damas decidieron ir a una boutique. Estábamos Marielita, que se reía cada vez más, su hermano, se llamaba Sergio y yo en el salón principal aún, yo estaba sentada por primera vez en aquellos sillones tan cómodos, Sergio jugaba con su hermana, cuando llegó mi nana.
-Tengo órdenes de mostrarle a todos, la casa por la parte de afuera-Dijo mi nana- Niña, es una buena oportunidad para que la vea por primera vez.
Me percaté de que Sergio tenía los ojos como platos ante las palabras de mi nana.
-Claro que si-Dije sonriendo y me levanté del sillón tan cómodo, volteé-¡Vamos!-les dije sonriente y animada.
-Claro que si.-Dijo Sergio con una sonrisa. Y cargó a la bebé.
Al salir, solo caminamos por el camino de granito, que llagaba hasta el portón principal, sin embargo, a mitad del camino, había un carrito de golf que nos esperaba, nos montamos y comenzó el recorrido, en el puesto de adelante, un señor manejaba, a un lado mi nana, y atrás, Sergio cargaba la bebé, y yo a un lado, todo al rededor de la casa era césped, y en las orillas de la casa, eran rosas blancas, mi nana nos indicaba que era lo que había, había una estatua del libertador, en el medio del inmenso patio. Pasamos un largo trayecto hasta llegar a la parte de atrás de la casa, donde ahora, el piso era de piedras pequeñas (idea) y tenía una hermosa y gigantesca piscina, con un jacuzzi en uno de los extremos. Tenía varios muebles y sillas en los alrededores. Era un terreno inmenso, Así que como se hacía de noche, no pudimos ir al establo de la primera dama. Lo que seguía era césped, y más césped, habían caminos de concreto, realmente, y algunos columpios. Ver tantas cosas desde un carrito de golf me aburrió y sin pensarlo dos veces, para no arrepentirme, me lancé hacia el césped, caí parada, cosa que me sorprendió. Aunque todavía llevaba puesto el vestido y las sandalias, pues no me habían dado tiempo para cambiarme, me doblé el tobillo, pero no pasó mucho, al instante se me quitó. Así que para evitar otra dobladura de tobillo, me quité las sandalias una por una. Mi nana, comenzó a regañarme, pero no me importó. Aún así, con solo explicarle que prefería ir caminando ella entendió; Sergio decidió bajar con la bebé, minutos después. Marielita, siempre un encanto, sonriente, la cargué por unos minutos, pero después me cansé y decidí dejarla caminar. Caminé por aquél camino, a un lado tenía a Sergio.
-¿Es la primera vez que ves esto?-Se atrevió a preguntar. Yo estaba muy feliz, y no le estaba mirando, pero volteé con una sonrisa en el rostro.
-Si, llegué a esta casa por primera vez ayer.-Me sorprendí que no lo supiera-Soy adoptada, la primera dama no puede tener hijos, y yo soy sobreviviente de un terremoto-Mi sonrisa desvaneció- mis verdaderos padres murieron, lo han confirmado, y el presidente por caridad adoptó a una persona, y aquí estoy-Dije estas últimas palabras con alegría fingida.
-Lo lamento, no lo sabía-Pareció esperar una respuesta-Supongo que esto era lo que me decía mi nana ayer, pero no le presté atención, es por eso que este viaje también me sorprendió-Dijo como si hablara para sus adentros. Pero yo reí-¿Te diviertes mucho aquí?-PREGUNTÓ
-Soy valiente
-Me doy cuenta-Dijo con sorpresa-¡Te has lanzado del carrito de golf!
Ante estas palabras solo reí, y le miré, él también estaba riendo.
Mi nana nos llamó y la conversación continuó, mientras caminábamos de regreso, me dijo que tenía dieciséis años, cumpliría diecisiete el próximo mes. También me dijo que no haría fiesta, me contó que él tampoco entendía muy bien a qué venían y cuando se iban, pues cuando le avisaron estaba escuchando música desde su ipod, y no prestó atención a lo que le decían. Me hizo algunas preguntas, normales, como la edad, el nombre, y cosas que me gustaban. Cuando terminamos de pasar la piscina nos esperaba el carrito de golf.
-¿Puedo manejar?-Le pregunté al conductor
-No creo que se le haga muy fácil-Me contestó, y por un costado estaba viendo Sergio con una sonrisa.
-Por favor-Le dije en forma de súplica, el conductor me cedió el puesto de conductor, y me explicó como debía manejar. No entendí nada, pero quería ver que hacía en el volante, solo tenía dos pedales, uno del freno y otro para andar.
-¿Suben?-Pregunté con una carcajada en la boca
-Amo a mi familia, y a mi hermana, -Dijo riendo- no quiero que muera, pero no te dejaré morir sola.
-Lo sabía
Dejó a Marielita con mi nana. Y él subió. Ambos reímos antes de hacer andar el carrito. Pero le dí al pedal y andamos era muy fácil, no vi nada complicado, así que jugué con el volante haciendo zigzag, casi pierdo el control, pero al final solo pisé el freno. Y fin del camino, ya habíamos llegado, es que en realidad, el conductor de antes iba extremadamente lento, creo que fue por esa razón que no me pasó nada cuando me lancé.

La vida en el palacio [Cap. 8] parte 2

Protocolo (parte 2)
Me volví a mirar en el espejo, ahora era totalmente distinta, me gustaba lo que veía. Y pensé en que a mi madre le gustaría verme, siempre le había gustado verme maquillada, pues generalmente no lo hacía, solo para ir a fiestas. De nuevo mi mente, estaba llena de recuerdos tristes. La muerte de mi familia, y la mayoría de mis amigos. Tocaron mi puerta, yo abrí, era Daniela, siempre con una sonrisa muy dulce. Igual que ayer, salí, muchos reporteros haciendo preguntas y tomando fotografías. Cuando llegamos, el presidente, tomó a la primera dama de la mano, y luego, ella me tomó a mi. Caminamos por un camino corto, y ambos tomaron una tijera, luego, cortaron la cinta. Al final de esto, hicieron una conferencia de prensa, pero yo aún no había desayunado. Así que me comencé a sentir mal, eran aproximadamente las diez y media.
-Necesito comer-Le dije a Daniela, quien estaba cerca de mí
-Espera a que tu papá termine de hablar e irás a comer con tus padres a un restaurante-Dijo sonriendo.
-¿Cuanto puede tardar?-Pregunté casi desesperada
-Falta poco, ¿Eres capaz de esperar media hora?-Dijo dudosa Daniela
-Bueno...-Dije esperando que el tiempo pasara rápido.
Por fin, pasó el tiempo necesario, todos n0s despedimos.
Y llegamos a un restaurante muy elegante, se llamaba "
The delicacy"
Nos sentamos, tan solo nos encontrábamos en aquella mesa, el presidente, la primera dama y yo. Daniela me había dicho que no podía pedir yo, mi padre decidiría por los tres, y que tendríamos de visita al presidente y su familia de un país cercano, por esa razón teníamos que esperar su llegada, y no deberíamos comer antes. Me advirtió que debía controlar mi hambre, y comer despacio. Ya me sabía todas las reglas del protocolo, mis padres me enviaron hace muchos años a un campamento de señoritas, y sabía todo lo necesario, como se debe comer, sentar, que se come primero, y después, y todas esas cosas que te hacen pasar hambre, por verte bien.
Ambos, el presidente y la primera dama se levantaron, volteé, y estaban llegando un señor vestido de militar, con una señora, más o menos de su misma edad, atrás un chico como de dieciséis o diecisiete años, y tenía en brazos a una niña de dos o tres años; él vestía un pantalón de vestir azul, con una camisa blanca manga largas, además tenía un chaleco azul como el pantalón, y la niña tenía un vestido blanco, con medias rosadas, y hermosas zapatillas blancas. Tenía el cabello color castaño oscuro, lo tenía corto, hasta la barbilla, era realmente liso.
Yo, torpemente me levanté de la silla, y en cuanto todos tomaron asiento, todos nos sentamos.
El chico se había sentado justo en frente de mí, ahora, podía verle mejor, tenía los ojos grises, su cabello era largo, tenía un corte moderno, color castaño oscuro, sus cejas no eran demasiado pobladas, pestañas largas, tono de piel blanco, había notado que era alto, y musculoso. Colocó a la niña en una mesa especial para bebés que estaba a un lado de la primera dama del otro país, a un lado de ella se encontraba su esposo. Y comenzó "mi familia" le seguía mi mamá, con ese vestido tan elegante, era su estilo, Luego estaba yo, y después mi papá.
Llegaron los platos, pero mi mente estaba ocupada pensando en los momentos felices con mis amigos, con mis familia, de repente, me percaté de que estaba sonriendo como una loca, sin ninguna razón, y traté de esconder mi sonrisa, pero de repente la niña, que estaba en nuestra mesa comenzó a reír a carcajadas. Traté de esconder mi sonrisa, y tomé mi tenedor, recé como siempre antes de probar bocado, "Come conmigo", y comencé a comer, todos los adultos hablaban, política, eso me quitaba el apetito, sin embargo, terminé sonriendo como antes.
Al terminar, estaba llena, no podía comer nada más. Mi padre pidió plato principal, con extras, luego postre, y de verdad, ya no quiero Almorzar.
Son aproximadamente las once de la mañana. Han hablado mucho, terminé entendiendo que se quedarán en la casa como invitados por tres días.
-¡A trabajar!-Dijo mi "padre" poniéndose de pié.
Y como automáticamente, por ese gesto, todos, a excepción de la bebé -que habían dicho se llamaba Mariela- y yo, se pusieron de pié. Sin más nada que hacer, torpemente, me paré, unos segundos después. La nena, se reía cada vez que me miraba, e inevitablemente, yo sonreía.

La vida en el palacio [Cap. 8]

La vida en el palacio continúa mientras sea víctima del aburrimiento!! :DD xD

El protocolo (parte 1)
Anoche terminé durmiéndome a eso de las once (23 horas) pues estaba terminando de hacerle unos detalles a mi "Salita" hoy termino de colgarle el cartel en la puerta y termino.
Tocan mi puerta, pero lo primero que hago es ver en la mesita de noche el reloj en forma de flor que había en las cajas, pero yo acomodé cerca de mí, porque generalmente cuando dormía me despertaba mucho, y me gustaba ver la hora, pero el reloj marcaba las seis y media. ¿Porqué me llamaban a esa hora? me paré de la cama con cuidado y abrí la puerta, eran las dos chicas de la mañana del día de ayer, Daniela y Melanie.
-¿Podemos pasar?-preguntó Melanie con una sonrisa
-Si, pasen-dije sonriendo
-Que maravillosa está esta habitación. ¿Como has dormido?-preguntó Daniela
-Muy bien-Les mentí
-Me alegra, ahora, ve a bañarte.- Dijo Melanie
-¿Porqué?y ¿Porqué me despiertan tan temprano?
-Hoy, tu padres y tú irán a la inauguración de una escuela musical para personas especiales. Comienza a las nueve y media exactamente, por eso debes estar lista antes de las ocho de la mañana-Continuó sin ninguna pausa-Pronto llegarán las estilistas.
Sin más palabras me sumergí en el jacuzzi, esperé el tiempo necesario, y terminé de quitarme el shampoo y la crema del cabello; me vestí con la bata de baño, y las pantuflas, me cepillé los dientes, y luego tomé un peine para desenredarme el cabello, me quedé mirando mi reflejo en el espejo, blanca, -mis amigos siempre dijeron que era pálida, es que en realidad soy de familias Italianas y Francesas- cabello negro caía y llegaba hasta los codos, tenía flequillo de medio lado, que llegaba hasta el final de mis orejas, jamás me había teñido el cabello, mi madre me lo prohibía, este recuerdo, me llenó de tristeza al pensar en mi mamá. Me recordé que tomé la decisión de ser fuerte y no había forma de que diera mi brazo a torcer, así que limpié mis lágrimas, y salí del baño, en mi habitación me esperaban cinco personas, Daniela, Melanie, dos mujeres y un hombre.
-¿Hola?-Dije perpleja no estaba vestida, solo tenía una bata de baño.
-Ellos son los mejores estilistas de todo el país-Dijo Melanie
Me senté en el sillón blanco que había en mi recamara, y comenzaron, las mujeres, una en las manos, otra en los pies, y el señor encargado del peinado; pasaron como quince minutos, y las señoras terminaron de hacer la manicura y la pedicura, luego, ambas comenzaron a ayudar al señor en el planchado de mi cabello, pues ya había terminado de secarlo, él comenzó con el maquillaje, pasaron aproximadamente diez minutos y terminaron, me dijeron que podía verme en el espejo, así que pasé a mi closet y me miré, me habían cortado el cabello, cosa que no me importaba del todo, pues me gustaba jugar con él, hacerle cambios drásticos, ahora llegaba hasta los hombros, las puntas eran irregulares, se veía muy bien, ahora tenía flequillo, me llegaba un poco más abajo de las cejas. Y un maquillaje natural, rubor rosa, sombra rosado con blanco, brillo en los labios, rimel, delineador. Parecía otra, me gustaba.
En mitad de mi admiración por todo lo que habían hecho en mi rostro, interrumpieron mis asesoras de imagen, y me entregaron un vestido.
-Solo falta esto-Me dijo Daniela y me entregó el vestido Melanie
-Ok, gracias-dije
Comencé a vestirme, el vestido, era hermoso, color rosado claro, con detalles blancos, no tenía mangas.

La vida en el palacio [Cap. 7]

Sorpresa
No le dije nada a mi nana, y esperé a que se fuera por completo. Luego, me fijé bien en la puerta, era al contrario que las otras puertas de mi habitación, esta era blanca, y con un corazón que brillaba rosado, tenía una abertura como un buzón, en la cerradura de la puerta, había una llave, con ella abrí la puerta, era una habitación como de la mitad del tamaño de mi baño, pero seguía siendo grande, no había nada en la habitación, me percaté que el llavero donde estaba la llave para abrir la puerta, tenía dos más. Dos normales, y una pequeña, supuse que como una de las llaves era de la habitación donde me encontraba, la otra debería de ser la de mi recámara, solo quedaba la pequeña, y pensé que era la del baño o la del closet, pero no era así, pues ninguna de esas puertas tenían cerradura. Así que cuando volví a entrar en la recamara pequeña, pensé en el buzón, no tenía nada que perder, así que probé la pequeña llave en la cerradura del buzón, y para mi sorpresa si abrió, salió un sobre, y lo tomé, dentro de él había una carta decía:

"INSTRUCCIONES,
1- Cuando leas esta carta, llama al número 1 y te traerán lo que vas a necesitar para esta tarea
2- Si no te es suficiente y necesitas más llama al número 1 y le expresas que es lo que necesitas
Esta pequeña habitación, la puedes convertir en lo que tu desees, es tuya, completamente PERSONAL
Este es mi regalo hija, El presidente"
Oh! Esto es más de lo que yo había soñado, llamé al número UNO, y en menos de un minuto me contestaron, solo me dijeron que ya me entregarían el pedido. No más. Esperé como tres minutos, y estaban tocando mi puerta, abrí, y entraron seis hombres con dos o tres cajas cada uno en las manos, las dejaron justo en frente de la pequeña habitación. Así que ¡Manos a la obra!
Comencé con una de las cajas, en ella había, un televisor LCD 25 pulgadas, al abrir la otra caja era una Imac también había un Ipod, no necesitaba más, ya eso era demasiado, ¿Para qué más televisores si en mi dormitorio tenía uno gigantesco? seguí abriendo, y habían consolas, PlayStation 3, PSP2, DSi, juegos para las consolas, y mientras yo abría más cajas, tocaron la puerta, y yo fui a abrir, en eso entraron otros seis hombres con más cajas, pero esta vez cada uno traía una caja en sus manos.
-¿Armamos esto ya mismos?-preguntó un hombre
-Si, por favor- no sabía que era lo que estaban haciendo y a qué le decía si, pero ya se los había dicho.
En 15 minutos ya estaban armados tres tipos distintos de muebles y tenía un aire acondicionado instalado en la habitación.
-Gracias- les dije, cuando los señores se estaban alejando.
Y comencé a acomodar el lugar, coloqué un escritorio en una esquina, en ella, coloqué la Imac (imagen) con una silla muy cómoda era rosada, coloqué un sillón muy cómodo justo al lado de la puerta y coloqué una cartelera de Corcho sobre ella. (Imagen) Luego, tocaron la puerta, yo abrí, era mi nana. No se como se hizo tan tarde, pero yo estaba tan divertida con esto que no me importó.
-Es hora de comer-Dijo sonriendo-¿Vas a bajar o hago que le suban la comida? niña.
-Oh! no tengo hambre, pero quiero algo para tomar.
-Debes decir específicamente qué quieres.
Esto está genial, a ver que me dice a esto - pensé
-Una malteada de chocolate-sonreí
-¿Se la mando a su recamara o bajará?-Preguntó como si hubiese pedido agua, yo estaba perpleja
-A la recámara, por favor-y sonreí, todo esto me daba mucha risa, sin duda me levantó el ánimo
-¿Algo de cena o un bocadillo?
-Panqueques- de repente me provocó mucho.
-Ya mismo-Esperó que dijese algo y terminó preguntando-¿Algo más?
-No gracias
Y se fue. terminé de ver lo que había en mi pequeña habitación, estaba casi terminada, solo faltaba que hiciera algo con el televisor. Y entonces llamé al número UNO.
-Necesito que me empotren el televisor por favor-dije
-Ya mismo- fue lo único que me respondió una voz de mujer, la misma de las veces anteriores-¿Algo más?
-Puede avisarle a mi nana que voy a bajar, no es necesario que me suba la cena.
-Si, ya mismo-Repitió-¿Algo más?
-No gracias
Y los señores llegaron, les dí las instrucciones, y fui a comer.
Bajé, esto cada vez me hacía más gracia, no tener sirvientes, tener todo esto. Esta vez probé bajar por las escaleras, eran largas, y cansadas, ya entendí porqué a mi nana no le gustaba bajar por ellas. Así que en el primer piso bajé por el ascensor. Llegué rápidamente, y me encontré a mi mamá justo esperando subir.
-Hola-me dijo con su común sonrisa
-Hola-Le dije sonriendo-Gracias por tu regalo
-¿Te ha gustado?
-Si, me ha gustado mucho, gracias-Pensé en compartir algo con ella, pero luego me arrepentí.
-¿Te estás divirtiendo?
-Como no tiene idea-le dije-Si quieres, puedes pasar por mi habitación ahora más tarde, terminaré pronto
-Oh! Claro que si-Y de repente, mostró una mueca de felicidad
-Gracias
-Gracias a ti por invitarme-Dijo, y entró al ascensor
-¿Ya has comido?-Pregunté
-No, me subirán la comida a la recámara-Pareció pensar en algo-¿Y tu?
-No, voy a comer en la cocina-dije
-Oh! si quieres comes conmigo en la recamara-dijo feliz
-Gracias por la invitación, pero me gustaría comer en la cocina por hoy.
-No hay problema-Sonrió y le dio al botón del ascensor para subir
-Hasta luego-Me despedí
Me fui hacia la cocina, habían muchas personas vestidas con uniforme. Yo simplemente me limité a comer. Hubiese preferido ir donde "mi mamá".

La vida en el palacio [Cap. 6]

Víctima del aburrimiento, y la adicción a escribir, aquí va el siguiente capítulo.^^

Recorrido por la casa
El segundo piso nos recibía con unos muebles de cuero color negros muy elegantes, una mesa de cristal, y rosas blancas, me mostró el gran pasillo rectangular, con grandes obras de artes, me gustó mucho, el pasillo tenía paredes color ostra, me mostró dos recamaras de visitantes, ambas grandes, con sus respectivos baños.
Hasta que llegó el momento de presentarme la habitación de mis padres, era la mitad del piso de arriba, era muy grande, tenía una cama doble King, unas sábanas blancas, con detalles en color beige. Tenía muebles de cuero marrón y otros blancos, las paredes eran color ostra. Habían estantes con premios, ella entró con cuidado, parecía tener miedo de dañar algo, y abrió una puerta, conducía al baño, tenía una tina muy elegante, además un jacuzzi, un televisor, una ducha muy grande, contaba con dos inodoros, y dos lavabos, ambos elegantes, y hermosos, tenía un espejo gigantesco. Luego, salimos del baño, nos encontrábamos de nuevo en la habitación de mis padres, y nos dirigimos hacia la otra puerta blanca, era dos veces más grande que el baño, era el armario, tenían vestidos, trajes, zapatos, zapatillas, sandalias, corbatas, collares, anillos; había una gran peinadora, y sobre ella, unos anillos, sandalias y aretes.
Salimos de aquella habitación gigantesca.
A pesar de que mi nana, me mostró otras grandes y elegantes escaleras, prefirió subir al tercer piso en el ascensor. Al llegar, había como en el segundo piso, un espacio donde habían muebles, sillones, y una mesita en el centro al igual que todas, de cristal, en el techo, había una lámpara beige. Había algo distinto, los muebles, eran color rosado claro, casi parecía blanco, había un mueble de los que pasaban en las telenovelas, siempre le dije a mi papá-el verdadero- que quería uno, y me dijo que me lo regalaría para mi cumpleaños número diecisiete, y hay estaba. (Ver la imagen del mueble) Seguimos caminando.
-Este es un regalo de tu mamá para ti- Dijo mi nana sonriente, y dejó que yo misma abriera aquella puerta blanca, era genial.
-WAOH-fue lo único que de mis labios salió, Tenía los ojos como platos de la sorpresa, era una biblioteca.
-¿Te gusta?- ¿que si me gusta? ME ENCANTA, era genial, en mi antigua casa había una biblioteca, pero no una para mi sola.
-Me encanta-Dije asombrada-Gracias
Mi biblioteca era genial, tres paredes era completamente de libros, y la parte del fondo era una ventana grande de vidrio que tenía vista al jardín, se veía maravilloso y en el centro, había un sillón morado con negro, se veía muy cómodo así que sin pena, me senté en ellos, y en efecto, comprobé que eran demasiado cómodos, en frente de él se encontraba un escritorio con una silla de oficina grande color morado.
Aunque no quería mi nana me dijo que saliera, que me tenía que mostrar el resto de la casa, salí, y me mostró lo que había en ella, tenía un salón de juegos, había una mesa de ping-pong, juegos de mesa, sillas, y muchas cosas para recrearme, era todo un palacio.
Y luego me mostró, una habitación pequeña y vacía, me dijo que pronto la amoblarían según yo quisiera, yo era libre de disponer sobre esa pequeña recamara.
Luego, mi nana, abrió una puerta blanca que tenía un corazón en color rosado que brillaba.
-Esta es tu recamara-dijo abriendo la puerta
Las paredes eran blancas, y tenían adornos que brillaban color rosado, era la recámara de una princesa, era enorme, tenía una pequeña sala con muebles para relajarse, estantes, y la cama, una cama king, moderna, delgada, tenía que subir un escaló para estar donde mi cama se encontraba, tenía un espaldar hermoso, era todo arte. Mi nana me dijo que entrara a para ver que me parecía el baño, la puerta era rosada con corazones blancos, era un baño casi tan grande como el de mis padres, no tenía tina, pero si un Jacuzzi, una ducha muy grande dos lavabos modernos y elegantes, un televisor y un excusado. Fue genial, tenía colgado justo fuera de la ducha una bata de baño, y una toalla, abajo una pantuflas hermosas de perrito, siempre me habían gustado. Mi nana, me sacó, al terminar de ver mi baño y fuimos a la puerta que estaba al otro costado, era un closet, mi closet, era hermoso, grande como el baño, tenía varias filas de estantes, donde había ropa, cada una decía que había en ellas, en la primera para el lado derecho decía ropa interior, la segunda, decía pijama, la tercera para la casa, la cuarta para salir, y así, había siete hileras de ropa, y tres de zapatos, zapatillas, sandalias, pantuflas, entre otros, en el fondo había un gran espejo, y una mesita con varias gavetas, la abrí, eran joyas, hermosas, en otra había maquillaje. Después me sacó de mi closet mi nana, y me llevó hacia mi recamara de nuevo, me mostró otra puerta.
-Abre la puerta tienes trabajo por hoy-sonrió-Si tienes hambre, sed, o si se te ofrece algo, marca el número UNO en teléfono que está justo en la mesita de noche de tu cama. -Y volteó para irse- te espera una sorpresa. No tienes un tiempo límite para terminar tu trabajo, así que no es necesario que culmines hoy.

La vida en el palacio [Cap. 5]

Gracias amigos por su gran apoyo con la historia, creo que me he hecho adicta a escribir sobre esto ^^
América, gracias por tus grandes palabras sobre mi historia.

Mi nueva casa
Alguien abrió la puerta de la limusina, mi mamá, -Aún no me acostumbraba a llamarla así- salió primero, con mucha elegancia, luego, era mi turno, pero me quedé paralizada, no era mi casa, no era mi familia, no sabía como reaccionar.
-No te preocupes, todo estará bien-Dijo mi papá con voz suave pero ronca a mis espaldas
Y sin pensarlo dos veces, salí de la limusina, me percaté de muchas cámaras detrás de mi. Y pensé en sonreír y voltear, así que eso fue todo lo que hice, sonreí y voltee, habían demasiados reporteros tratando pasar una inmensa reja blanca. Al instante, mi madre, me abrasó
-No te preocupes, no tienes que hacerlo-era la voz más dulce que había escuchado de ella-Vamos-Pero la voz se le quebró antes de decir lo demás, dejó de abrasarme, y me percaté de una lágrima en su mejilla, y fue un impulso pararme y secarle la lágrima, ella sonrió impresionada. El presidente ya estaba junto a nosotras, y la limusina ya se estaba alejando. Subimos unas escaleras anchas, pero tan solo de seis escalones, los conté antes de subir. Terminé de subir las escaleras junto a mis padres, y un señor mayor abrió la puerta, una puerta grande, con marco de madera, pero luego era de cristal, la miré desde abajo hacia arriba. Y entramos, era una casa, hermosa, muy elegante, había un gran salón de estar, paredes blancas, muebles de madera, habían unos sillones negros y otros blancos, en el centro una mesa pequeña de cristal, y sobre ella, un florero con un ramo de rosas blancas, que combinaban con el florero que la sostenía, parecía de cristal, giré hacia un lado la vista para ver mejor el gran salón, tenía hermosas pinturas. Mi madre me tocó la espalda.
-Bienvenida- dijo el presidente con su voz dulce
-Pasa, es tu nueva casa-Dijo mi madre-Bienvenida-sonrió.
-Gra....Gracias- mi voz no salía bien.
Entré, pisé el piso de madera, y quise ver más, voltee, quería ver como era la puerta desde donde yo estaba, y me percaté de dos hermosas ventanas que reflejaban el precioso jardín que estaba fuera de la casa, una a cada lado de la puerta enorme, pero las ventanas eran aún más grandes, con unas cortinas blancas largas, pero permanecían abiertas, aquél lugar me resultaba precioso.
-Te presentaré a la Señora Carmen- dijo mi madre señalando con la mano extendida a una señora pequeña, cabello blanco, ya mayor, con un vestido blanco-Ella va a ser tu nana
-Buenas tardes niña- dijo amablemente la señora
-Marco es tu guardaespaldas- Le señaló de igual forma, se encontraba a un lado de la señora Carmen.
-Buenas tardes- con su voz dura como siempre, hizo una mueca, ahora, podía verle mejor, tenía unos cuarenta o más años, canoso. Pero amigable
-Supongo que a Daniela y a Melanie ya las conoces ¿No es así?-Dijo sonriendo mi madre.
-Hola-dije sonriendo.
-La señora Carmen te enseñará toda la casa- dijo el presidente con voz dura-Anda.
-Gracias- Y caminé hacia un lado de mi nana.
-Hola- dije sonriendo.
Solo hizo una mueca, sonriendo, y se dio la vuelta, dando la espalda a la puerta y comenzó a caminar, yo le seguí, solo eran unos cuantos paso, y llegamos a unas escaleras de madera eran tan solo dos, bajé, cuidadosamente, este piso era más oscuro, era un comedor.
-Este es el comedor de apariencia, pues no se utiliza jamás.
Tenía una mesa redonda justo en el centro, color marrón, era muy brillante, y sobre ella, en el techo, un techo bajo, comparado al techo de la sala, era color negro, había una lámpara colgante, color blanco, como de cristal, este salón no tenía puertas, pues si nos dábamos vuelta, veíamos la sala, y a mis padres que ya habían desaparecido, sin yo darme cuenta, pero si mirábamos hacia el lado opuesto, nos percatamos de una mesa como la de los bares, larga y de cristal, antes de llegar a ella, habían dos entradas, una a la derecha y otra a la izquierda. Ambas estabamos de pié en el medio solo a unos paso para llegar a la gran mesa de cristal.
-A la derecha se encuentra un baño-Dijo señalando con su mano derecha el pasillo-Luego te muestro que es lo que se encuentra del otro lado, ven.
Y yo la seguí hasta la puerta blanca, elegante, como todo en esta casa, era un cuarto de baño muy grande, tenía en la pared de fondo un espejo, y un lavabo doble, en la otra pared había un excusado blanco. Y salimos de aquél lugar tan grande para ser un baño sin ducha. Volvimos al gran "Comedor" y mi nana me indicó que la siguiera, la seguí hasta la otra puerta, y era un gran salón, como toda el salón y el comedor unidos, era rectangular, de paredes color negra pero todo lo que había en este salón era blanco, y esto hacía que se viera muy luminoso, las paredes tenían detalles blancos. Habían tres mujeres de servicio con su uniforme blanco, y un delantal negro.
-Esta es la cocina, si quieres algo, solo me lo dices a mí, y te lo traeremos-Dijo mi nana-Aquí no hay cocineros, hay un chef.
Yo aún no me había movido ni un centímetro, estaba en la puerta, la cerré, y me percaté de una gran cocina muy elegante, blanca, unos grandes almacenes de comida, sobre la cocina, al fondo había una vitrina que mostraba una colección de vajillas.
-Son de tu madre-dijo mi nana
-Uhm-dije como respuesta
-Aquí podrás sentarte a comer cualquier bocadillo que desees-me dijo mi nana, indicándome, un muro de superficie de granito, con unas sillas modernas altas-o si no te agrada, tienes varias opciones, una de ellas, es esta mesa-Era una mesa grande de vidrio, grande, debajo de ella, una alfombra blanca peluda.
Al finalizar el recorrido por la cocina, me mostró el gran despacho de mi padre, la biblioteca de mi madre, y todo lo que había en el piso de abajo, aunque me mostró unas escaleras grandes y elegantes, subimos por un ascensor.

La vida en el palacio [Cap. 4]

Soy la víctima asegurada del Aburrimiento, siempre me ataca a mí. así que, me desquito escribiendo esta historia bi-polar. Espero les guste.
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Adopción.
Terminé de vestirme, solo me faltaba el calzado, pues no tenía nada en los pies. Pero así salí hacia aquel pasillo, donde me esperaban las asesoras.
-Por favor, entren, necesito su ayuda- dije en susurro, aunque nadie se encontraba para escuchar, además de ellas y yo.
Ellas entraron, de inmediato.
-Te ves magnifica-Dijo Daniela, con unos ojos de admiración
-Me falta el calzado- dije sin prestar mucha atención al comentario de Daniela.
-Así es, aquí están tus sandalias- dijo con una sonrisa Melanie, mientras tomaba una caja de zapatos que se encontraban sobre la mesita de noche que estaba al lado de mi cama.
-Gracias- dije apenada-No la había visto-Me disculpé.
-No te preocupes- dijo e hizo una mueca Melanie.
Abrí la caja, y eran unas sandalias hermosas, color negro como la falda con unos detalles blancos para que combine con la camisa. Me las coloqué rápidamente.
-¡Listo!-dije con una voz algo alta.
-¡Vamos!- Dijo alegre Daniela, y me tomó de un brazo, sacándome de la habitación. Ella, era muy feliz, se le notaba con solo ver su cara, era muy amigable.
-¿Hacia donde nos dirigimos?- pregunté.
-Vamos hacia donde se encuentran tus futuros padres- dijo con una voz algo seca Melanie. Ella, era algo menos feliz que Daniela.
-¿Oh?- fue lo único que de mis labios salió no se me ocurrió otra cosa que decir.
Estábamos justo enfrente de la gran puerta del orfanato, nunca las había visto cerradas, pero ahora, lo estaban; dos hombres con traje formal, color negro, se encontraban cuidando la cerradura.
-No tengas miedo confía en Marco- Dijo sonriente Daniela
-¿Quién es Marco?- dije, pero antes de terminar la pregunta, alguien me estaba abrasando desde atrás, me asusté e intenté gritar, pero me callaron antes de que lo hiciera.
-No te preocupes querida- Dijo con voz amable Melanie- Él es tu guardaespaldas, te sacará de aquí, solo te está protegiendo, porque allá afuera habrán muchos reporteros que te acosarán, y él los apartará de ti.
Aún no terminaba de entender esto, pero me tranquilicé un poco. Y al darse cuenta de esto mi "Guardaespaldas" me quitó poco a poco la mano que me callaba de la boca. Decidí confiar en él ahora, no había nada que perder ahora.
-Gracias-Dijo con una voz muy ronca mi guardaespaldas.
Y los dos hombres que se encontraban cuidando las cerradura abrieron las puertas y todos salimos muy rápido, primero tres hombres vestidos de negro haciendo una especie de triángulo, Luego, detrás de ellos, a poca distancia Melanie, y seguida Daniela, mi guardaespaldas me empujó hacia adelante, y lo único que hice fue caminar rápidamente, pues él me empujaba, estaba cubriéndome con sus brazos sobre los míos como si me estuviera abrasando. Me percaté de que atrás venían otros tres iguales que los de adelante. Haciendo el mismo triángulo.

Llegamos al estacionamiento, era una camioneta, negra, con los vidrios Ahumados, y la puerta abierta para que yo entrara, me percaté de que las dos chicas de la mañana se habían subido a un auto negro, que estaba adelante de la camioneta. Cuando llegó el momento de subir, subí, pero mi guardaespaldas no lo hizo, me dejó justo al entrar a la camioneta. Luego, me dí cuenta de que él se había subido en la parte delantera de la camioneta y yo estaba atrás. El camino se me hizo largo, no sé porqué pero me divirtió mucho los camarógrafos.
-Debes salir cuando yo abra la puerta ¿Vale?- dijo con voz dura mi guardaespaldas.
-Ok- no quise replicar, no quería cambiar el ánimo, pues me esperaba una vida entera de sorpresas.
Él abrió la puerta de la camioneta, y yo salí, me quedé paralizada, estaba en una alfombra roja, y al rededor, habían solo militares vestidos de blanco levantando sus espadas hacia arriba, como en las películas de princesas. Eso me asustó mucho.
-Camina- dijo con voz dura y ronca mi guardaespaldas, ya podía reconocer su voz, porque ni siquiera voltee para cerciorarme.
Pero obedecí, y caminé hasta el final de ese lugar, me esperaba la primera dama, ya la conocía, por los periódicos, Internet y todos los demás medios de comunicación. Me abrasó amablemente y me dio la mano. Y juntas caminamos. Me condujo a un lugar donde habían muchas cámaras, los periodistas eran muchos.
-Todo está bien- Dijo en un susurro y sonriendo para las cámaras.
Yo, no me había percatado de que mi cara era de asombro de asustada, así que de repente, hice una mueca como de sonrisa, sabía que no engañaba a nadie.

Llegamos a una gran sala, donde se encontraba el presidente, pero era otra persona quien tenía la palabra. Era sin duda, una Juez, la que decía que yo sería la hija adoptiva del presidente, Todo pasó muy rápido, solo les había costado tres días para que me pudieran adoptar, eso me hizo recordar que una amiga, fue adoptada y una vez su mamá nos contó cuanto les costó a su esposo y a ella que el juez se la concedieran. Sonreí para mis adentros, una vez más mi subconsciente me decía que era el poder de la política.

La Juez comenzó a hablar, y a mi me sentaron a un lado de la primera dama, y otro del presidente. Se me hicieron demasiado largas las palabras de la Juez. Pero al final se terminó y luego, ambos, tanto el presidente como la primera dama firmaron un papel. Todos, aplaudieron y yo, sonreí, aunque esa sonrisa no era de felicidad, si no, de apariencia, lo sabía.

Ambos, el presidente y la primera dama, ahora mis padres, me tomaron de una mano cada uno y nos dirigimos hacia la salida y las cámaras ahora no me dieron risa, pues me segaban los fashes. El presidente, abrió la puerta de una Limusina que nos esperaba, era blanca, esto me recordó a la última fiesta de aniversario de casado de mis padres, y mis lágrimas comenzaron a salir sin parar, en ese momento yo ya estaba subiendo al auto, pero mi "madre" se dio cuenta de mis lágrimas, puso sus dedos suaves sobre mis mejillas las secó, ella terminó de entrar en la limusina, con su gran sonrisa en el rostro.
-Todo irá bien- dijo con voz suave la primera dama.
-No te preocupes, haremos todo para que seas feliz de nuevo-Dijo el presidente en un susurro.-Llegaremos pronto, te tenemos una sorpresa, espero cambie tu ánimo-Y sonrió
-Gracias- dije, pero mi voz se quebró.
Realmente jamás me esperé que fueran amables, nunca lo esperé. Pero así fue, no habían cámaras y ellos eran amables conmigo.
Y la primera dama me pasó la mano por los hombros, me tenía prácticamente abrasada.

Pasaron unos minutos que para mí me parecieron años, y llegamos, era una casa hermosa, muy grande, una mansión. Era muy linda, esto me hizo despegar una sonrisa de mi rostro. Esta, era mi nueva casa. Pero, mis padres, no estaban allí, por eso mi sonrisa se desvaneció ante aquel pensamiento. ¿De que serviría si no estaban ellos allí?

La vida en el palacio [Cap. 3]

Gracias a todas y todos los que han leído la historia. A PROPÓSITO, por quien me preguntó, no estoy hablando del presidente de mi país, no tengo ningún presidente en mente para esta história estoy pensando en darle un nombre inventado, uno que jamás haya existido.

Preparación

Ya me había acostumbrado, estaba rodeada de periodistas, desde que en la conferencia de prensa del día de ayer, mi "papá", dijo que me adoptaría. Yo lo sabía, era simplemente política, a él, siendo el presidente de la república no le hacía mal decir que era un alma piadosa. Cuando me lo comentaron por primera vez, la decisión ya estaba tomada, él ya lo había dicho públicamente, en Internet, periódico, donde se hablara de Política, o el terremoto de mi país, hablaban sobre la adopción de una pobre niña.
Hoy, estoy en el orfanato, pensando en lo que me espera, en mi nuevo estilo de vida, en mi antigua familia, en mi papá, en mi mamá, en mi hermano, en mis amigos, en todos mis conocidos. Mi tristeza no disminuye. -Por fin, he logrado dormirme-.

Nuevo día, -Día quince desde el día del terremoto- Me despertaron, encendiendo la luz, -cosa que nunca me ha gustado- la luz me cegaba, pero en cuanto mis pupilas se adaptaron a aquella luminosidad, me percaté de dos personas que estaban en la puerta, -acto seguido-, la cerraron, y se acercaron a mi cama, entendí que eran dos hermosas mujeres, ambas eran altas, de piel blanca, una más que otra.
La más blanca, cabello castaño oscuro, le llegaba hasta el final de la espalda. Su cabello comenzaba lizo pero terminaba con unos bucles, tenía un flequillo de medio lado; llevaba un vestido corto, de color blanco y unos zapatos altos, brillantes, un estilo completamente elegante, al igual que la otra, una más pequeña, de piel un poco menos blanca, cabello corto hasta la barbilla color negro, con flequillo hasta las pestañas, eso hacía que al pestañear su flequillo tuviera movimiento. Vestía una camisa sin mangas, color negra, y unos pantalones color ostra, y unas sandalias altas, color negras.
-Hola preciosa, Soy Melanie- Dijo con voz amable la más alta.
Traté de hablar pero mi voz no salió.
-Buen día nena, soy Daniela- Dijo con la voz aún más dulce la más pequeña.
-Hola- fue lo que único que salió de mi boca, y fue apenas un susurro.
-Nosotras somos tus asesoras de imagen- Dijo con una sonrisa realmente cálida Daniela.
Ya entendía, ahora soy la hija del presidente, ahora no tan solo tengo una asesora de imagen si no dos.
-Espero seamos buenas amigas- me dijo Melanie
Esta vez, no pensé más en lo que me inundaba el pensamiento, mis padres así, que sonreí, como si nada pasara, como si no me acordara de nada.
-¡Vamos! termina de despertar -Dijo con una orden dulce.
Me tapé la cara con la sábana en señal de pereza y no de acatar normas. Aún así, me sacaron dulcemente y me hicieron entrar a la ducha, y la abrieron. Caía sobre mí agua fría, y salté para evitar una gota más.
-Anda, debes ducharte- dijo Daniela
-Tiffany debes estar preparada para ir a tu nuevo hogar-Comentó Melanie, no me extrañaba que se supiera mi nombre.
Solo hice una mueca con la boca y me dí la espalda para ducharme.
Pensando en todo lo que me esperaba, en que lo que menos me agradaba estaba incluida en mi vida obligatoriamente, a partir del día de ayer; pensando que yo a mi verdadero padre, a mi mejor amigo le había dicho que jamás me acercaría a la política, y ahora yo era el centro de ella.
Terminé de bañarme no quería pensar más en esta promesa, ni en mi padre, no quería vivir lo que estaba viviendo, sin darme cuenta, tenía varias lágrimas en mis mejillas, y me las sequé rápidamente, lo menos que quería era llorar en ese momento. Siempre fui muy fuerte, ¿porque ahora debía cambiar y ser débil?. Saqué la camisa manga largas que había en el bolso que me entregaron las asesoras y la acomodé en la cama, estirándola para verla mejor, era color blanca, cuello en V, luego saqué la falda, corta, de esas globo, era muy bonita, de una marca muy reconocida, ya había tenido ropa de esa marca, me alegraba que no fuera algo nuevo. Y luego, encontré la ropa interior, lo que buscaba no lo encontré, no tenía sandalias, no tenía zapatos, ni zapatillas, ¿Qué me pondría en los pies? No pensé mucho en ello, y me vestí rápidamente.

Pago en Venezuela MSJ

Si, para pagar por mensaje en Venezuela, ha aumentado el costo, pero también los StardollaRes.

Si pagamos para ser SS nos dan:


(Antes: 40 sd por 3.50 bf)
Si pagamos para conseguir más stardollares nos dan:


(Antes: 45 sd por 3.50 bf)

GOOOOOOOOOOOOOOOOOOL DE ESPAÑA

1-0
GOOOOOOOOOOOOL
DE ESPAÑA


Edito, final del partido

2-0
A favor.. De.. ESPAÑAAAAA

Nuevo club sobre JUSTIN BIEBER

Si, nuestra conocida amiga wapa123 ha creado un nuevo club al cual nos hace una grata invitación.

Click aquí para unirte



Andreeahadaric está hackeada.

Pues, les contaré, hoy, ¡he salido de vacaciones del colegio!

Y por esa razón estoy muy feliz.

Por eso, no discutí con esta chica o este chico).

La primera parte donde me decía quien era y eso lamentablemente, por fallas de stardoll el chat se borró y no puedo colocarlo en imágenes. Sin embargo, les tengo la segunda parte, y es donde dice todo.
Ah! En estos momentos, y al momento de hablar con él o ella, estaba muy feliz, por eso, hablé de esa forma! (:


[Click en la imagen para verla de tamaño real y poderla leer]
(Soy feliz)

En la presentación de este chico javi_gol quien me dijo que era el que estaba en la cuenta de andreeahadaric. dice así
Y esos son los datos de la_beti




Atte: Anabel/andagobra

Rosangra! Si se puede!

Entre algunas amigas de nuestro angel ROSANGRA
Estamos pensando en hacerla CG
Todas, por favor, les pido que la voten con la estrellita más feliz.
¡Si se puede!

Yo tampoco puedo entrar a stardoll.

Hace un rato estaba viendo el partido Mexico vs Francia (Felicidades Mexico) y mi hermana me dice que no puede entrar a stardoll, y le digo que intente desde mi pc, y no pudo entrar, pensé que le habían robado la cuenta, por lo que intenté entrar yo en mi cuenta, y a mi tampoco me sirve.

Así que preocupada me puse a leer otros blog, y me di cuenta de que el problema lo tienen varias chicas en stardoll.




Luxe a nosotras! :D


Si, así es, hoy ha llegado la nueva tienda de maquillaje.
Y lo mejor, es que un momento después de haberte aplicado el producto brilla

Precios:
Brillo para labios: 24sd (SS)
Labiales: 20sd (SS)
Sombra: 22(SS)




Andagobra/Anabel



Chicas atrevidas de Stardoll

Así es, ya muchas nos hemos atrevido a cambiar nuestro look, con uno de los nuevos peinados
(Que lamentablemente son tan solo para SS)

Pero, hablando de famosas, aquí están las cuatro chicas, que se han modernizado con estos nuevos estilos.


Faita_14 la dueña del famoso blog StardollCity
ZIVYLE la famosa chica, diseñadora y amigable.
Hayunabruja y Missrudith conocidas por su dulzura extrema.

Quienes no se cambian el estilo, pero aún siguen pareciendo unas princesas son:

Linacard, amable, amorosa, es un amor con todos quien la tratan.
y cuando se habla de famosas en stardoll, no se puede evitar comentar a Patry-wapi.


Dapao toda una reina.

De por si, todas la distinguimos como una reina, hoy, ha decidido darle honor al apodo. Pues este vestuario, le queda fantástico, solo a ella.

Luciendo un nuevo peinado, pero con un color único.
Con este vestido, que a pesar de ser gratuito, a ella se le ve fantástico.
Como adorno escogió un collar de la tienda ANTIDOTE, y un HB para el cabello.
Unos aretes muy combinados.
Además aunque no se note unas sandalias Antidote.
Y para culminar, un maquillaje esplendido, digno de una reina.

Visita a Dapao

Andagobra/Anabel

El tema más desagradable, otra vez!

Así es, no me gusta hablar mucho de hackers, pero en estos tiempos es inevitable comentarlos. O tal vez, "Amigas" que realmente, no se porque lo hacen, tal vez por envidia, que se crean otras cuentas para insultar a otras doll, lo peor de este caso, es que muchas veces dicen ser sus amigas.

Esta es una chica, de doll Perra.jaja Que le ha escrito a Celita0172 la dueña de uno de los blog sobre stardoll más famosos (http://browseinstardollpaaoala.blogspot.com/) le ha dejado un comentario en su libro de visitas, algo desagrable.


Les traigo imágenes.

(Click sobre la imagen para verla tamaño normal)

EN LO PERSONAL
Este es el tipo de personas que menos me agradan, pues, son chicas (O tal vez chicos) que se crean otras doll para insultar, yo creo que en caso aquel que no te agrade una persona, vive tu vida, normal, como si no existiera, en caso aquél que tengas la necesidad absurda de decirle algo que sea de frente.

Andagobra/Anabel

La vida en el palacio [Cap. 2]

Otra vez, me aburro! xDD.. Esto me agrada! (:

Malas noticias

Ya llevo aquí 12 días, según me dicen los doctores, siete inconsciente, y cinco desde que desperté.
Solo sé que soy huérfana, mi madre murió, mi padre, también, mi hermano está desaparecido, y no pude mantener con vida a mi amiga.
Pero hoy, me dan de alta, no puedo ir a ningún lugar, el gobierno quiere llevarme a un lugar donde estamos todos los afectados por el terremoto. Pero yo no quiero ir, quiero morir al igual que mis padres.

No he hecho ningún amigo, porque solo estoy aquí en la cama, tengo reporteros en mí a cada segundo, los periódicos reportan "La hija menor del gran empresario Abele Pirlo es la única sobreviviente de la familia" o cosas tan desagradables como esas.

Ya son las 03:05 pm los doctores seguro que me vienen a buscar. Y así fue, justo cuando sonaron las 03:15 pm tocaron mi puerta, y como de costumbre, sin esperar mi aprobación, entraron, los dos doctores de siempre, el Dr. Carlos y Dr. Mario -El más joven- diciéndome que ya me traerían ropa para irme al hogar de cuidado.

Y así fue, las enfermeras que llegaron segundos después, me ayudaron a levantarme, y a vestirme, ropa a la cual no estaba acostumbrada, era un vestido feo, de color rosado claro. Y bajé con los doctores al vestíbulo, donde habían unas 8 personas, que eran las que iban junto conmigo al hogar de cuidado.

Llegamos, y nos esperaban un gran grupo de personas, todos nos reunimos, en el patio central, donde comenzó un señor con un micrófono y muchas personas a tomarle fotografías. Cuando nos sentamos en el suelo todos, para escuchar lo que diría comenzó su gran discurso, lentamente hablaba, cosas a las que no le prestaba atención, solo miraba hacia arriba, un techo color azul claro. Me dieron ganas de vomitar tan de repente que salí corriendo hacia donde se encontraba uno de los doctores, pero allí no había nadie, así que traté de buscar yo sola el camino más cerca a un baño o vomitaría en cualquier lugar. Busqué hasta que llegué a un letrero que seguido por una flecha decía "BAÑOS" entré y vomité, pero, luego me percaté de algo, era un baño poco común, era un baño distinto, era el baño de hombres, asustada, terminé de limpiarme la boca, y salir rápidamente, justo, en la puerta estaba entrando alguien, un señor, no musculoso, no obeso, no flaco, un señor como de 45 años, que entraba, levanté la cabeza para pedir disculpas, y era él, de quién mi padre y mi madre siempre hablaban mal, era el señor Presidente de la república.

Y ese, fue el comienzo de todo. El señor presidente, no podía tener hijos, por esa razón me adoptó.

Todo fue muy rápido, él tenía que buscar a alguien a quien adoptar, y hay estaba yo, la chica de 16 años que chocó accidentalmente con él.

La vida en el palacio [Cap. 1]

Hola a todos, bueno, estoy escribiendo esta historia, como víctima de mi aburrimiento.

Escritora: Anabel Dayana (Andagobra)
Fecha: 16/jun/10

En recuperación

Yo, en menos de un minuto recuerdo todo lo que me ha pasado, vivía en un penthouse hermoso, con mis padres y mi hermano mayor. Era la hora de la comida, yo estaba de compras con una amiga, y nos detuvimos a comer, en ese momento, mi hermano Daniel me llamó por teléfono, contándome que mi mamá estaba en casa con unas amigas y que quería verme, me advirtió que mi papá, mi confidente, mi defensor, no se encontraba en casa, estaba trabajando. Al instante siguiente de terminar de hablar con él, todo, comenzó a moverse, me caí sobre mi amiga Samantha, quien me acompañaba, luego, intenté levantarme, pero todo se movía, todo caía sobre nosotras, nada estaba en su sitio, cuando, de pronto, la vidriera de la tienda que estaba a nuestro lado se derrumbó haciendo salpicar trozos de vidrio por todas partes, me asusté, solo escuchaba gritos; de pronto, tomé de la mano a Samantha y traté de salir de aquél inexplicable derrumbe. Pero, todo pasó muy rápido, algo, muy fuerte golpeó mi cabeza, y no supe nada más sobre mí, tampoco sobre mi amiga, pero un abrumador escalofrío pasó por mi espalda al pensar en mi familia, mi hermano, mi mamá y mi papá.

Aún no he abierto los ojos, me da miedo no encontrar a mis padres, no encontrar a nadie. Pero, llena de valor, como solía estar abrí con mucho cuidado el ojo derecho, para luego, y de inmediato cerrarlo, no había visto mucho, solo un techo blanco, no más, no había visto, nada más, ni quería verlo, porque, no era mi casa, estaba segura; mi recamara tenía el techo color blanco, con cuadritos rosa, por esa razón supe que no era mi casa. Me dormí -No estoy segura si me dormí o estaba pensando con los ojos cerrados- pensé en todo, una y otra vez, pensé que era un derrumbe del edificio, que tal vez mis padres estarían bien, por esa razón, abrí los ojos sin cuidado alguno, rápidamente, volví a ver el espantoso techo blanco, pero esta vez, miré hacia los lados, era, sin duda un hospital, y lo confirmé cuando vi mi brazo, que estaba conectado a una aguja, y esta conducía a una botella, llena de líquido transparente, era, un hospital o una clínica, porque eso era un suero.

En segundos, llegaron unos señores vestidos con una bata blanca, eran dos, el que pisó la pequeña habitación de primero, un sujeto alto, cabello castaño, piel pálida, unos 36 años, y el que le seguía uno un poco más bajo, de piel oscura, sin ningún cabello en la cabeza y un poco gordo y aparentaba unos 40 años. Llegaron a mí un par de segundos. El primero en hablar fue el más adulto.

-Hola señorita, me presentaré-Habló como jamás esperé que hablara, una voz un poco aguda y con una gran sonrisa en la boca- soy Carlos, el médico que te atiende.
No podía hablar, no quería hablar, solo lo miraba con atención, estudiando su rostro, un rostro más gentil desde cerca, ojos color marrón, nariz algo ancha, pero no mucho, era atractivo, pero muy mayor.
-Te haré unos estudios para ver como está tu cuerpo -Volvió a sonreír- para ver como está tu cuerpo. ¿Vale?
Sin decir nada, solo cerré los ojos y los abrí lentamente, como señal de aprobación.
-Vale- dijo el más joven, con una sonrisa menos tierna en su rostro.
Comenzaron y terminaron rápido.
Ellos, ya se habían ido, cuando llegó una señorita, unos 25 años, era una enfermera, por su vestimenta.
-¿Cual es tu nombre, cariño? -Parecía que en ese lugar todos eran sonrientes, y felices, pero yo no comprendía aún nada, estaba confundida-
No quería decir nada, pero de pronto, llegó a mi, el recuerdo de mi padre, de mi madre, de mi hermano, de mi amiga, de mis amigos, y contesté con una pregunta. La histeria se apoderaba de mí
-¿Donde estoy?-Estaba hablando muy alto cosa que raramente hacía-
-Estás en una clínica, una de las mejores, eres una sobreviviente de un terremoto.
¿Un terremoto? ¿Donde están mis padres? ¿Como está mi familia? ¿Cuanto tiempo llevo aquí? quería gritar, y hacer estas preguntas en voz alta, pero cuando lo intenté, nada salió de mi boca. La enfermera, comenzó a tranquilizarme, poco a poco, pasando sus manos por mi cabello.
-¿Ya estás mejor?-Preguntó- ¿Quieres un tranquilizante?-Su voz era más tranquila.
-¿Donde están mis padres?
La enfermera me miró con esos ojos grises hermosos que tenía y dijo:
-No lo sabemos, porque no sabemos tu nombre, no contabas con una identificación. -Y preguntó nuevamente- ¿Cual es tu nombre?
No lo había pensado, pero comencé a sentir un dolor de cabeza muy profundo cuando intenté recordar mi nombre. Pero, era lo más sencillo de recordar y en menos de cinco segundos dije:
-Tiffany Pirlo Moreira.
-Gracias, ¿Sabes tu edad?
Solo me costó un poco:
-Acabo de cumplir 16 años
-¿Como se llaman tus padres?
-Mi mamá Marianna Camila de Pirlo Moreira y mi padre Abele Bendetto Pirlo Silva, por favor, hagan todo lo posible por encontrar a Daniel Abele Pirlo Moreira y a Samantha Valentina Bracamonte -No recordé su otro apellido-
-Haremos lo que esté en nuestras manos -Dijo mientras anotaba en una hoja blanca, y con una sonrisa se despidió Y salió de la habitación-

Durante todo el día, comenzaron a entrar y salir doctores y enfermeras. Cada quién me revisaba y con todos hablaba.
El día siguiente, cuando desperté vi en el reloj que se encontraba justo en frente de mi cama, marcaba las 10:26 am no quería pensar en mis padres, no quería enterarme de su muerte ni de mis amigos, ni de mi hermano.
Hasta que entró la misma enfermera de el día anterior.
-Lo sentimos-Justo lo que no quería escuchar- Pero, no hemos podido encontrar a tus padres, pero la señorita Samantha quien se encontraba con usted, según mi información, se encontraba sin vida en el momento de encontrar su cuerpo.
La tristeza era el único sentimiento que me acompañaba no había otra cosa más. Solo tristeza, sin darme cuenta estaba llorando. Y después de unos minutos comenzó de nuevo a invadir mi cuerpo y mi mente la histeria. Llorando y gritando -Algo que parecía ya muy normal- me percaté de que la enfermera estaba inyectando algo a mi suero, no lo pensé dos veces, porque sabía que era un tranquilizante.

¿Quien le dice que no a una reina? DAPAO para Mejor Scenary

Así es, nuestra gran amiga, Dapao, nos invita a votar su scenary con la estrellita más sonriente.
Aquí les dejo los datos
Nombre de la doll: Dapao
Nombre del Scenary: RELAX! :-)






Click en el nombre del decorado y en la foto para ir a votarla.
(Recuerda con la estrellita más feliz)


RELAX! :-)
RELAX! :-)
RELAX! :-)
RELAX! :-)
RELAX! :-)
RELAX! :-)
RELAX! :-)
RELAX! :-)
RELAX! :-)
RELAX! :-)
RELAX! :-)
RELAX! :-)

Cuando pides la contraseña ¿Es ser hacker?

Bueno, Las que generalmente piden la contraseña son los hacker. :D
Este es un caso de una chica, que en un club comenta que una chica le ha insistido por su contraseña.


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Andagobra/Anabel

Nuestro angel favorito Rosangra para CG

Si, así es hoy, domingo 13 Nuestra gran y querida amiga, Rosangra lanza una campaña para salir CG, Esperemos que cumpla su sueño, pero para eso, te pedimos que vallas y la votes con la mejor de las estrellitas.

Querida amiga, mi angelita, SUERTE





Rosangra
Rosangra
Rosangra
Rosangra
Rosangra
Rosangra
Rosangra
Rosangra
Rosangra
Rosangra
Rosangra
Rosangra
Rosangra
Rosangra