La vida en el palacio [Cap.9]

Gracias por seguir el blog, y la historia! :D
Gracias Marii(♥) Carla y Danii↑↑↑

Asombroso
Fuimos en una limusina hasta la casa, que cada vez me parecía más grande. Todos entramos, ambos presidentes entraron en el despacho de mi padre, pues por eso había venido a visitarnos, trabajo, política. Ambas primeras damas decidieron ir a una boutique. Estábamos Marielita, que se reía cada vez más, su hermano, se llamaba Sergio y yo en el salón principal aún, yo estaba sentada por primera vez en aquellos sillones tan cómodos, Sergio jugaba con su hermana, cuando llegó mi nana.
-Tengo órdenes de mostrarle a todos, la casa por la parte de afuera-Dijo mi nana- Niña, es una buena oportunidad para que la vea por primera vez.
Me percaté de que Sergio tenía los ojos como platos ante las palabras de mi nana.
-Claro que si-Dije sonriendo y me levanté del sillón tan cómodo, volteé-¡Vamos!-les dije sonriente y animada.
-Claro que si.-Dijo Sergio con una sonrisa. Y cargó a la bebé.
Al salir, solo caminamos por el camino de granito, que llagaba hasta el portón principal, sin embargo, a mitad del camino, había un carrito de golf que nos esperaba, nos montamos y comenzó el recorrido, en el puesto de adelante, un señor manejaba, a un lado mi nana, y atrás, Sergio cargaba la bebé, y yo a un lado, todo al rededor de la casa era césped, y en las orillas de la casa, eran rosas blancas, mi nana nos indicaba que era lo que había, había una estatua del libertador, en el medio del inmenso patio. Pasamos un largo trayecto hasta llegar a la parte de atrás de la casa, donde ahora, el piso era de piedras pequeñas (idea) y tenía una hermosa y gigantesca piscina, con un jacuzzi en uno de los extremos. Tenía varios muebles y sillas en los alrededores. Era un terreno inmenso, Así que como se hacía de noche, no pudimos ir al establo de la primera dama. Lo que seguía era césped, y más césped, habían caminos de concreto, realmente, y algunos columpios. Ver tantas cosas desde un carrito de golf me aburrió y sin pensarlo dos veces, para no arrepentirme, me lancé hacia el césped, caí parada, cosa que me sorprendió. Aunque todavía llevaba puesto el vestido y las sandalias, pues no me habían dado tiempo para cambiarme, me doblé el tobillo, pero no pasó mucho, al instante se me quitó. Así que para evitar otra dobladura de tobillo, me quité las sandalias una por una. Mi nana, comenzó a regañarme, pero no me importó. Aún así, con solo explicarle que prefería ir caminando ella entendió; Sergio decidió bajar con la bebé, minutos después. Marielita, siempre un encanto, sonriente, la cargué por unos minutos, pero después me cansé y decidí dejarla caminar. Caminé por aquél camino, a un lado tenía a Sergio.
-¿Es la primera vez que ves esto?-Se atrevió a preguntar. Yo estaba muy feliz, y no le estaba mirando, pero volteé con una sonrisa en el rostro.
-Si, llegué a esta casa por primera vez ayer.-Me sorprendí que no lo supiera-Soy adoptada, la primera dama no puede tener hijos, y yo soy sobreviviente de un terremoto-Mi sonrisa desvaneció- mis verdaderos padres murieron, lo han confirmado, y el presidente por caridad adoptó a una persona, y aquí estoy-Dije estas últimas palabras con alegría fingida.
-Lo lamento, no lo sabía-Pareció esperar una respuesta-Supongo que esto era lo que me decía mi nana ayer, pero no le presté atención, es por eso que este viaje también me sorprendió-Dijo como si hablara para sus adentros. Pero yo reí-¿Te diviertes mucho aquí?-PREGUNTÓ
-Soy valiente
-Me doy cuenta-Dijo con sorpresa-¡Te has lanzado del carrito de golf!
Ante estas palabras solo reí, y le miré, él también estaba riendo.
Mi nana nos llamó y la conversación continuó, mientras caminábamos de regreso, me dijo que tenía dieciséis años, cumpliría diecisiete el próximo mes. También me dijo que no haría fiesta, me contó que él tampoco entendía muy bien a qué venían y cuando se iban, pues cuando le avisaron estaba escuchando música desde su ipod, y no prestó atención a lo que le decían. Me hizo algunas preguntas, normales, como la edad, el nombre, y cosas que me gustaban. Cuando terminamos de pasar la piscina nos esperaba el carrito de golf.
-¿Puedo manejar?-Le pregunté al conductor
-No creo que se le haga muy fácil-Me contestó, y por un costado estaba viendo Sergio con una sonrisa.
-Por favor-Le dije en forma de súplica, el conductor me cedió el puesto de conductor, y me explicó como debía manejar. No entendí nada, pero quería ver que hacía en el volante, solo tenía dos pedales, uno del freno y otro para andar.
-¿Suben?-Pregunté con una carcajada en la boca
-Amo a mi familia, y a mi hermana, -Dijo riendo- no quiero que muera, pero no te dejaré morir sola.
-Lo sabía
Dejó a Marielita con mi nana. Y él subió. Ambos reímos antes de hacer andar el carrito. Pero le dí al pedal y andamos era muy fácil, no vi nada complicado, así que jugué con el volante haciendo zigzag, casi pierdo el control, pero al final solo pisé el freno. Y fin del camino, ya habíamos llegado, es que en realidad, el conductor de antes iba extremadamente lento, creo que fue por esa razón que no me pasó nada cuando me lancé.

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