La vida en el palacio [Cap. 19]

No es tan malo.
Al fin, es Sábado, no tengo tarea; son las diez de la mañana, estoy en pijama; comiendo mi desayuno, acabo de encender la laptop, quiero saber quien está en el chat. Pero alguien toca la puerta; antes de ir a abrir la puerta, veo mi agenda electrónica, que está en mi mesita de noche, no tenía nada que hacer, este sería mi día libre, pues mi profesora de equitación estaba con su hija en el médico o algo así. Pero me puse de pié para abrir la puerta, estaba solo con una camisa negra (idea), con unos pantalones de pijama a cuadros (idea) y unas pantuflas modernas, rosadas (idea). Cuando la abrí, estaban Tiago, Santiago, Thomas, y Sergio, sonriendo.
-¿Hola?-Dije confundida.
-Hola querida prima-Dijo Tiago con una gran sonrisa- mi tía nos ha pedido venir, te ayudaremos a arreglar un...-Pensó un minuto- espacio.
-Oh!-No podía decir nada más.
-¿Pasamos?-Preguntó Santiago.
-Adelante-Y abrí más la puerta para que entraran. Cuando volteé, Thomas y Tiago, estaban viendo por la gran ventana que daba vista hasta la piscina, la entrada del establo y parte de él, también de parte del campo de golf, y una casa larga, de las personas de servicio. No se como recorrieron aquél largo lugar en tan pocos segundos; Sergio y Santiago estaban en uno de los sillones.
-Ok, veamos... Ustedes se divierten, mientras me baño ¿Vale?
Entré al closet, busqué la ropa necesaria, y fui directo al baño, donde cerré con seguro; solo me duché rápido, y me vestí, unos pantalones cortos color gris (idea), una camiseta blanca de los Rolling Stones y descalza, salí sin secarme el cabello, solo me hice un moño alto (idea), y me sequé el flequillo.
Cuando salí del baño, todos estaban en la laptop, no les presté mucha atención, pues ya había cerrado mi correo. Y llamé al número UNO.
-Por favor, pintura negra, blanca, roja, rosada, azul, verde y marrón.
Cuando llegaron, yo abrí la puerta, y luego, todos entramos al pequeño salón que arreglaríamos. Ellos comenzaron por hacer el fondo negro. Luego la parte de abajo, haciendo como un piso, marrón y verde, me gustaba, entre risas y cuentos, Sergio dibujó el tronco de un árbol.
-¿Te gusta pintar?-Pregunté viendo el excelente trabajo de Sergio
-Lo amo.-Fue lo único que dijo, y sonrió.
Terminamos de pintar un piso de verano, y un magnífico árbol, en menos de una dos horas. Cuando llamaron para avisar que era hora de comer, Santiago tomó el teléfono y pidió el almuerzo a la piscina. Todos bajamos para dejar secar la pintura. Me estaba divirtiendo mucho, todos estábamos comiendo tranquilos y divertidos en el área de la piscina. Santiago, pidió que nos dieran una bicicleta a cada uno, cosa que yo no sabía que había en la casa, terminamos de pasear como a las tres de la tarde (15h) y regresamos, cansados por pasear en bicicleta. Todo estaba secado, así que solo faltaban los pequeños detalles. Santiago nos dio a cada uno un pincel, y nos propuso escribir algo en la pared para que yo les recordara. A mí me dio el color rosado, y busqué la pequeña escalera que habíamos usado para pintar la parte de arriba de la pared; yo, en escribí arriba de la puerta "GRACIAS" grande, y luego pedí pintura verde fosforescente, y dibujé a un marciano. A Tiago le había tocado el color azul, a Santiago el verde, a Thomas el Rojo y a Sergio el Blanco.
Terminamos como a las cinco de la tarde (17h), quedamos en que mañana volverían para terminar con los muebles, en la noche, unos señores instalarían la pantalla grande, que abarcaría toda la pared del fondo.
Al salir, Tiago y Santiago, tomaron un carrito de gof, y yo tomé el otro.
-¿Vienen?-Les pregunté a Santiago y a Thomas.
Y ambos se subieron, Thomas en la parte de atrás y Santiago a un lado de mí, ambos reían. Yo fui a toda velocidad, hasta alcanzar a mis primos, llegamos hasta el establo. Tiago saltó del carrito.
-Yo también hice eso-Le grité
-Tonta-Susurró Sergio, y Thomas comenzó a reír locamente, pero cuando miré a Santiago estaba riendo también, se veía lindo. El otro carrito de golf paró y yo estacioné (aparqué) a un lado. Y dimos un paseo por el establo en caballo. Era divertido, al final nos dimos cuenta que se hacía muy oscuro, eran las siete y media de la noche (19h). Ellos se fueron. Y yo me dirigí a mi recamara. Mi nana me dijo que los señores que instalarían la pantalla llegarían a las diez para que yo estuviera dormida y no me molestaran. En mi habitación, saqué mi laptop y abrí el correo.
-Hola-Me saludó mi mamá-¿Te ha gustado la sorpresa?
-Hola-Tardé un momento para responder a la respuesta- Estuvo divertido.
Ella envió una solicitud de video-llamada, yo acepté
-Me alegra que te hayas divertido
-Si, nos divertimos mucho.
-¿Terminaron por completo?-Preguntó sonriente
-No, mañana terminaremos con los muebles, esta noche instalarán la pantalla grande.
-Oh!-Se quedó pensando unos minutos-¿quieres dormir en nuestra recámara?-Preguntó de repente
-¿Porqué?-Quise saber
-Así estarás más segura, aunque la casa entera tiene cámaras, me quedaré más segura.
-Bueno, entonces dormiré allí
Luego, me llevé la laptop conmigo, aún con el correo y la video llamada abierta, entré a la recámara, me senté en la gran cama, encendí el aire acondicionado, pero hacía mucho frío, ella me dijo donde había un abrigo cómodo, y lo encontré (idea). Mientras salía de su enorme closet me llegó una imagen al celular, era de un amigo, de mi colegio anterior, era una fotografía, mía cuando tenía quince años, con flequillo y con las mejillas infladas (idea), "¿lo recuerdas?" decía como pie de foto; fui corriendo hasta la cama, y le mostré la foto a mi "Mamá", ella estuvo como una hora diciendo que me veía hermosa, que le gustaba mucho, que se la pasara en cuanto pudiera; también, me puse a hablar con mi amigo por celular, de los viejos tiempos, terminé durmiendo como a las once de la noche (21h)

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